domingo, octubre 08, 2006

UN ESTANDARTE DECIDE LA VICTORIA DE CORTÉS


Camino de Tlaxcala, después de la "Noche triste", Hernám Cortés se topó con un gran ejército azteca. La ayuda de los indígenas y el arrojo del extremeño, que arrebató el estandarte al caudillo enemigo, decidieron el combate.

ASI LO CERTIFICÓ UN CAPITÁN DE Cuauhtemoc de los que se hallaron en la batalla. Y quiso Dios que llegara Cortés con los capitanes hacia la zona en la que estaba el caudillo de los mexicanos con su bandera tendida, ricas armas de oro y grandes penachos de argentería; y como vio Cortés al que llevaba la bandera, junto a otros muchos mexicanos equipados con grandes penachos de oro, el
extremeño dijo a Pedro de Alvarado, a Gonzalo de Sandoval y a Cristobal de Olí y a los demás capitanes: «Ea, señores, rompamos con ellos».
y encomendándose a Dios, arremetió Cortés y Cristóbal de Olí, y Sandoval y Alonso de Ávila y otros caballeros, y Cortés dio un encuentro con el caballo al caudillo mexicano, que le hizo abatir su bandera, y el resto de nuestros capitanes acabaron de romper el escuadrón, que eran muchos indios; y quien siguió al capitán que traía la bandera, que aún no había caído del encuentro que Cortés le dio, fue Juan de Salamanca, con una buena yegua overa, que le acabó de matar y le quitó el rico penacho que traía, y se le dio a Cortés, diciendo que, ya que él lo encontró primero y le hizo abatir la bandera e hizo perder el brío, le daba el plumaje (...).
Volvamos a nuestra batalla, que Nuestro Señor Dios fue servido que, muerto aquel jefe indígena que traía la bandera mexicana y otros muchos que allí murieron, aflojó su batallaride arte, que se iban retrayendo; y todos los de a caballo siguiéndoles y alcanzándoles. Pues a nosotros no nos dolían las heridas ni teníamos hambre ni sed, sino que parecía que no habíamos sufrido ningún mal trabajo.
Seguimos la victoria matando e hiriendo. Pues nuestros aliados los de Tlaxcala estaban hechos unos leones, y con sus espadas y montantes y otras armas que allí apañaron, hacíanlo muy bien y esforzadamente.
Ya vueltos los de a caballo de seguir la victoria, todos dimos muchas gracias a Dios, que escapamos de tan gran multitud de gente; porque no se había visto ni hallado en todas las Indias, en batalla que se haya dado, tan gran número de guerreros juntos; porque allí estuvieron la flor de México y deTezuco y Saltocan, con la intención de que aquella vez no quedara vivo ninguno de nosotros.
Pues qué andas tan ricas que traían, con tanto oro y penachos y divisas, y todos los más caudillos y personas principales, y allí junto donde fue esta reñida y nombrada y temerosa batalla para en estas partes (...), había cerca un pueblo que se dice Otumba: la cual batalla tienen muy bien pintada, y en retratos entallada los mexicanos y tlaxcaltecas, entre otras muchas batallas que con los mexicanos hubimos hasta que ganamos a Tenochtitlán.
Y tengan atención los curiosos lectores que esto leyeren, que quiero traer aquí a la memoria que cuando entramos al socorro de Pedro de Alvarado en México fuimos sobre más de 1.300 soldados, con los de a caballo, que fueron 97, y 80 ballesteros y otros tanto escopeteros, y más de 2.000 tlaxcaltecas, y metimos mucha artillería; y fue nuestra entrada en México día de señor San Juan de junio de 1520 años, y fue nuestra salida huyendo a 10 del mes de julio del año siguiente, y fue esta nombrada batalla de Otumba a 14 del mes de julio.
Bernal Díaz del Castillo Militar y cronista castellano (1492-1584). Fragmento de «Historia verdadera de la conquista de la Nueva España».

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes donde se encuentra el estandarte de Cortes

Anónimo dijo...

y en que momento historico se da el cambio de el estandarte virreynal