
Goddio y su equipo de arqueólogos, tras dos años de trabajo, ha podido recuperar varios miles de piezasentre cañones, balas, armas, instrumentos de navegación, monedas, prendas de vestir, cubiertos y otros muchos objetos hallados en los alrededores del Orient, cuyos restos han sido identificados.
El barco, atacado por varios buques ingleses a la vez, se incendió, lo que obligó a los atacantes a cortar sus anclas ante el peligro de verse alcanzados por la previsible explosión, que efectivamente se produjo.
La aparición de todas estas anclas ha permitido confirmar la disposición de los atacantes y la violencia de la explosión, que dispersó los cañones —de cerca de tres toneladas de peso— en un radio de 150 m y los demás restos de la nave, en un cfrculo de dos kilómetros.