lunes, octubre 04, 2010

MARÍA LA BRAVA

Muchas veces en mi entorno, se aplicó el calificativo de “María la Brava” a una persona determinada o a una acción merecedora de cierto arrojo a la hora de materializar alguna acción de cierto riesgo.
Pero mis dudas se disiparon, o mejor dicho, averigüé el motivo de esa expresión al comprobar que procedía de la ciudad de Salamanca desde que se convirtió en la capital del saber desde hace ya bastantes siglos pues no en vano se tenía conocimiento de su existencia desde el siglo X y en 1218 se le atribuye el poseer a la UnIversidad más antigua de España.
Pero retomando el tema que nos ocupa, el mismo se genera, al producirse una guerra entre dos bandos en dicha ciudad, dos estirpes nobiliarias que se enfrentan, el bando de San Benito y el bando de Santo Tomé, llegando a este punto , se da la circunstancia de que una mujer que defiende su linaje, a su familia, a su estirpe y a toda una ciudad que está contra un partido vencedor. Esa mujer se llamaba María Rodríguez, o María la Brava, que había visto morir a sus dos hijos, a pesar de ser aconsejada por gran parte de la ciudad de que como mujer, no se metiera en líos de hombres, que se dedicara a llorar a sus hijos y abandonara la lucha frenética en la que se había visto envuelta.
A raíz de estos sucesos, se autoexilia en Portugal, supuestamente para penar los acontecimientos, pero en realidad, independientemente de esto, fraguó la venganza de sus hijos y la persecución de los asesinos, cortándole las cabezas a los mismos, colocando cada una encima de la tumba de sus hijos asesinados en Salamanca.