viernes, mayo 03, 2013

TESTIGOS DE TRAFALGAR

errer de Couto: “Se deduce por los textos, que estos socorros fueron de gran utilidad para disminuir el número de víctimas humanas, pero no lograron evitar la pérdida de navíos..."“. . . sin duda el socorro hubiera sido más eficaz si incansable la tempestad no hubiera vuelto a agitarse para continuar los destrozos que los cañones habías comenzado. Pero el viento sopló del sur con mayor ímpetu que en las horas anteriores, y el mar levantando hasta las nubes volvió a azotar contra la costa algunos de los buques que de la primera tormenta se habían salvado. Entonces fue cuando el recobro del Santa Ana no pudo resarcir la pérdida del Asís y del Rayo, ni a los ingleses, con sus trabajos más bien organizados, les fue posible evitar la catástrofe de sus mejores bastimentos. Introducido otra vez en las escuadras el más espantoso desorden, y apagados los rencores del arte bélico por las consideraciones del peligro común, ingleses y francoespañoles se prestaron mutuos socorros en tan terribles accidentes.

uan Ruiz de Apodaca, comandante general interino del Departamento,previno al del Arsenal: “. . . que sin perder un instante enviase al capitán del puerto lanchas con cables, anclas y anclotes; falúas, botes y en ellos cuanto auxilio pudiera necesitar de pronto la escuadra que acababa de salir de resultas del combate que preveía infalible, encargando además que se recolectasen todas las embarcaciones del tráfico de la Isla, Puerto Real, Puerto de Santa María y Rota, para que se me reuniesen en la bahía dispuestas a acudir en socorro de los navíos”.

ntonio Escaño al Principe de la Paz:“Aunque supongo que el comandante general de la provincia, gobernador de esta plaza, dará a V.E. cuenta del parlamento ocurrido ayer con la escuadra enemiga que cruza delante de este puerto y que aún esta abierto, debo no obstante, participar a V.E. de la ocurrencia por mi parte, facilitando a los medios de convenir la recolección de los heridos españoles que avisa el contralmirante Collingwood tener en gran número los siete navíos nuestros que mantiene en esta agua apresados y al efecto se han enviado barcos del país al abrigo de la fragata Themis y oficiales nuestros que fueron comisionados para el mejor orden y firma de las relaciones, según que por menor juzgo dará parte a V.E. el expresado gobernador”.

ganacio María de Álava:“Excelentísimo señor: El día mismo que me es posible firmar mi nombre, me apresuro a cumplir con los deberes de la gratitud dando a V.E. las más sentidas gracias por la fina benevolencia y cuidado que le he merecido, cuyo recuerdo quedará siempre grabado en mi corazón. Tengo además, la mayor satisfacción en recordar la generosidad y la urbanidad que usaron conmigo el teniente Maker y un oficial del Thunderer a bordo del Santa Ana, y tengo el honor de recomendar a esos oficiales a V.E.. Quisiera poder acabar aquí mi carta, mas me veo en la necesidad de contestar a un punto que V.E. trata en la suya del 30 de octubre. Quedando sin sentido en medio del combate del 21 de octubre, ignoro lo que pasó después e ignoraba hasta ahora que mi espada hubiese sido entregada a V.E. por el oficial que quedó mandando el Santa Ana, hasta el fin del combate.