sábado, marzo 10, 2007

¡POR VOSOTRAS!

lguien, me preguntaba hace unos días, sino me acordaba que se celebraba el dia de la mujer trabadora, y es como para olvidarlo, pues todos los medios de comunicación, lanzaban al eter sus consignas para realzar a la mujer trabajadora.
Debo de aclarar, que efectivamente, estaba al día de lo que se conmemoraba, pero no creí necesario transmitir ninguna felicitación porque lo considero un hecho asumido de sobra en nuestra sociedad, y que estas misivas, no favorecen en nada al colectivo femenino. Ya que, está más que demostrado, la capacidad intelectual y laboral de las féminas, y, sinceramente creo que no viene a cuento.
Pero sí, me trasladó esta conmemoración a tiempos pretéricos, me hizo retroceder 76 años, cuando en 1933, se produjo en España un hecho insólito y de justicia. La mujer pudo acudir a las urnas y depositar el voto sin ningun tipo de cortapisas en igualdad de condiciones que el varón. No fue tarea fácil, pero se logró ese avance tan significativo gracias a la lucha irresistible de un grupo de mujeres que se envolvieron en la bandera de la libertad a costa de encarcelaciones, rechazos y todo tipo de vejaciones hasta conseguir lo que por derecho les pertenecía.
Su lucha, se fundamentó principalmente en la modificación del artículo 161 de la Constitución de 1931, quedando como sigue después de una denonada insistencia para su cambio: "No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas, ni las creencias religiosas".
La lista de luchadoras infatigables se iba incrementando paulatinamente a medida que las pioneras transmitían de boba en boca, en discursos en plazas y teatros, los derechos de la mujer, no aceptabaan en una sociedad democrática el ser consideradas objeto, reclamando el puesto que les correspondía.
No se puede acabar este artículo, sin nombrar a quellas heroínas que pasaron todo tipo de vicisitudes amargas hasta conseguir justicia, y me refiero a Clara Campoamor, buque insignia de esta lucha en donbde dejó de manifiesto todas sus inquietudes en un libro que se titula" Mi pecado mortal, el voto femenino y yo".
Clara se hizo a si misma, fue una autodidacta, y sin medios para realizar estudios, luchó denodadamente hasta conseguir la licenciatura de derecho. Luchó contra el machismo despiadado y también en contra de la mujeres que se manifestaban complacientes con una sociedad en donde la mujer tenía poco que decir.
Sería injusto tambien dejar de mencionar a un ramillete de mujeres que la arropoban y luchaban codo con codo, como fueron, Victoria Kent y Matilde Huici.
NELSON