viernes, agosto 31, 2007

LAS COSAS DEL VINO

obre el vino, se ha escrito mucho, ha sido parte indiscutible de una cultura, de la idiosincrasia de los pueblos, factor imprescindibles en tratos y catalizador de las buenas tertulias y charlas amenas, aunque alguna vez, oí decir que el vino traiciona la mente.
Se sabe, que hay varias razones que estipula de forma casí ritual la forma de servir el vino o mejor aún, los pasos a seguir al escanciar el mismo en las copas.
Muchos son los que saben que antes de servir el vino, se vierte un poco en la copa del anfitrión antes de continuar sirviendo a los demás, para evitar que partículas de corcho, terminen en la de los invitados, así como la cata inicial del mismo debe ser probada por el mismo, asegurándose de que tan preciado líquido esté en las mejores condiciones, y por último, la razón histórica de este protocolo, tiene raíces muy antiguas, en tiempos pretéritos, que no se usaba el corcho,se vertía aceite en las ánforas, para preservar al vino de los cambios de temperatura y de cualquier agente atmosférico.
Como es lógico, el aceite, quedaba en la parte superior del vino, y por ello, quien empezaba a servirlo, lo hacía desaparecer, con un movimiento seco y brusco, para eliminar tal protección.
Hay un dato curioso, que se genera durante el Imperio Romano, como es sabido, a Roma, llegaban navíos cargados de vino desde diferentes lugares de sus extensas fronteras, de Grecia, Hispania, de la Galia. Durante el trayecto, se rompían una cierta cantidad de ánforas y debían ser desechadas a la llegada a puerto, los trozos eran depositados en un lugar que aún hoy se llama el Testaccio, y es una colina, de unos 30 mts de altura formada por millares de pedazos de ánforas que harían las delicias de muchos museos del mundo.
Nelson