sábado, septiembre 05, 2009

MI PIEL

scapo del tiempo pasado, de los dias y fines de semana y retomo a mi verdadera esencia, que está en el entorno de mi piel.
Los deseos, las partes opuestas, el complemento, se ha reducido a formar un todo desde uno mismo, estoy seguro que toqué muchas veces el cielo, ese que es casi indescriptible y que por mucho que se intente diseñar, dibujar o desear, siempre adolecería de exactitud, era un cúmulo de sensaciones en aumento que de alguna forma, estaba construyendo el cielo perfecto, el deseado,en que al estar debajo,aparecen nubes,borrascas.
El cielo construido con dos cuerpos,dos mentes,en una sola unidad, aderezado de risas,de momentos de luz, mágicos, desde el mar a la cocina, unas veces con mandil de gala, otras con hojas de parra,recetas con una precisión indescriptible con su tiempo de preparación cronometrado,desde el norte al sur, desde el salón al pasillo, un cielo con grandes espacios y a veces reducido a la mínima expresión.
La simbiosis de la masculino y lo femenino, desde la Y hasta la X,amalgama de sabores,de noches de estrellas, de luna, de arena, de café tomado con el azúcar del ruido del mar,frío, calor y todas las sensaciones que producen la unión de pieles tremendamente compatibles.
Es el cielo, es el paraíso,aunque en ocasiones encuentras al árbol de la ciencia del bien y el mal, el que deja caer su manzana, para recordarnos que no todo es paraíso, que la forma idealizada, es quizás sólo eso, compendio de deseos, de alucinaciones que te hacen regresar a la realidad de tu espacio vital, tu piel.
Un socialísta cerca de París.