Distribución interna de los buques.
El navío de línea del siglo XVIII y principios del XIX seguía siendo la máquina de guerra más poderosa, compleja y técnicamente avanzada de la época. Es precisamente en estos siglos cuando la construcción naval de buques a vela y en madera alcanza sus más altos niveles de perfeccionamiento y grandeza de diseño. Su tamaño, en el caso de los navíos de tres puentes españoles y franceses o de primer rango de la Marina británica;era de unos 60 metros de eslora y 70 de altura máxima de arboladura, artillados con 100 a 136 cañones. Para comprender mejor cómo se desarrollaba la vida a bordo es necesario conocer, aunque sea someramente, la distribución interna de un navío de 74 cañones, columna vertebral de ambas escuadras antagonistas en Trafalgar.
El navío de línea del siglo XVIII y principios del XIX seguía siendo la máquina de guerra más poderosa, compleja y técnicamente avanzada de la época. Es precisamente en estos siglos cuando la construcción naval de buques a vela y en madera alcanza sus más altos niveles de perfeccionamiento y grandeza de diseño. Su tamaño, en el caso de los navíos de tres puentes españoles y franceses o de primer rango de la Marina británica;era de unos 60 metros de eslora y 70 de altura máxima de arboladura, artillados con 100 a 136 cañones. Para comprender mejor cómo se desarrollaba la vida a bordo es necesario conocer, aunque sea someramente, la distribución interna de un navío de 74 cañones, columna vertebral de ambas escuadras antagonistas en Trafalgar.