

El cuadro recuerda que, el 1 de noviembre de hace 253 años, cuando la ciudad iba a ser tragada por el mar, dos sacerdotes -el fraile capuchino Bernardo de Cádiz y el padre Macías- cogieron el estandarte de la Virgen de La Palma y el crucifijo respectivamente, y anduvieron unos metros desde la iglesia y pidieron a la Virgen que parase el avance del mar. «¿Hasta aquí, madre mía!», gritaron los dos sacerdotes.Desde el sábado, los vecinos de La Viña han pedido al hermano mayor de La Palma, Francisco Javier Lucero, que vuelva a colocar el cuadro a su lugar, en la calle de La Palma para que «el barrio esté de nuevo protegido por la Virgen. Gracias a ella, nunca había pasado nada».
La Vozdigital.es/cadiz