miércoles, marzo 25, 2009

LA BREÑA

ada vez se queda uno más sorprendido de las bellezas naturales que la provincia de Cádiz aporta mediante parques naturales y senderos que atraviesan los mismos, y que por lo menos al que suscribe, eran totalmente desconocidos.
Hoy, tocó hacer una ruta de senderismo a través del parque natural de “La Breña”, entre Vejer de la Frontera y Barbate discurriendo dicho recorrido sobre los acantilados del Tajo o de Barbate, de enorme belleza y de una altura considerable, por lo que aporta a los observadores, unos paisajes bellísimos, ya que, se puede observar sin temor a desilusionarse, el espectáculo natural que ante nuestros ojos vamos descubriendo a medida que lo recorremos, playas, exóticas,los dunares, vegetación autóctona, como la Barilla, Almajos dulces y salados, o la Siempreviva, sin olvidar, que podemos ver una de las mejores masas de enebros marítimos que quedan en el litoral gaditano.
Aves como Garcillas Bueyereas -muy numerosas- Grajillas, Estorninos Negros y -la más antigua de todas- la Gaviota Argéntea, utilizan el acantilado para anidar.
En algunos puntos de estos acantilados surgen manantiales de agua potable que vierten en pequeñas caletas, otorgándole una gran riqueza paisajística. Situado en la entrada del Estrecho de Gibraltar constituye un punto de apoyo para las rutas migratorias de aves en las marismas del Barbate
A mitad del recorrido,nos encontramos con la Torre del Tajo,construida en el siglo XVI con la misión de servir de vigía ante las incursiones piratas, ésta y otras muchas, formaban un sistema defensivo que entre ellas, se comunicaban por códigos lanzados al viento en forma de humo producidas por las fogatas que los vigías entendían a la perfección.
Marismas y observatorio sin precedentes que nos proporciona, la contemplación de un mar inmenso, bañando sus costas , sin olvidar por supuesto, ya al final del recorrido, el histórico faro de Trafalgar, de tan doloroso recuerdos para la Armada española, pero que de algún modo, hoy le hemos hecho un pequeño homenaje, nos ha transportado a épocas pretéritas y como no, a reconocer a aquellos héroes que desgraciadamente no los evocamos como merecen.