lunes, junio 25, 2007

LA NOCHE DE SAN JUAN

ienso sinceramente que esta noche, desata momentos mágicos y lo hace de forma universal, en todos los rincones del mundo, en esta noche, se envuelven todos los que en ella creen de una aureola especial, invocando los más dispares e inusuales sortilegios para conseguir hasta la próxima noche del santo, los beneficios y las abundancias que de otra forma parece no alcanzar.
Las peticiones de purificación, bonanza y fertilidad, en esta noche se desparrama a lo largo y ancho de las playas, formándose grupos en las arenas doradas y sustituyendo en muchos casos la típica hoguera, por el agrupamiento de velas, para invocar al fuego como uno de los elementos esenciales de esta noche, junto con la arena y el agua.
Pero a parte de estos tres elementos mencionados anterioremente, la lista de peticiones o recursos que se desatan, son interminables y estoy seguro que exíste uno para cada dolencia, sea física o del alma.
En las playas de Cádiz, como no podía ser de otra manera, presencié la forma de invocar en la noche mágica, rodeando en círculo un sin fin de velas dispuestas en la arena para tal efecto, observaba los rostros de los allí concentrados, se podía percibir, el excepticísmo de algunos y las ansias de atraer hacia sí los beneplacitos que aquel ritual les podía proporcionar.
Unos, quizás, como última alternativa posible a remediar sus males, otros, por convertir una noche más en mágica. ¿Cuanto laurel, se habrá desperdigado debajo de las almohadas?, porque aseguran que entre tres días y una semana, sus peticiones erán satisfechas, cuantos habrán escuchado a las doce gruñidos, ruidos, maullidos y hasta gritos espantosos o se ve aparecer al diablo, serpientes y arañas.
No sé, si efectivamente, estas ceremonias surten efecto, quizás, no hacía falta la noche de San Juan si pedimos con fé en cualquier noche del año, si es que de alguna forma, es cierto aquello de que la fe mueve montañas.
Sea como fuere, me quedé expectante, al observar como centenares de personas vestidas de blanco, se aproximaban a la orilla del mar de espaldas, portando en su mano un pequeño mensaje escrito en un diminuto papel entregandoselo a las olas, para que éstas elevaran su petición a la mágia que se adueñaba de la costa gaditana.
También comprobé, que en otros lugares de la costa, cuando ya había entrado bien la mañana, exístian restos amontonados de haber hecho mágica la noche a base de bebidas espirituosas, es posible que la noche de San Juan, tenga cabida para todo tipo de aquelarre, incluso para aquellos que prefieren lanzar a la noche sus peticiones a base de un buen ron con cola.

NELSON