martes, julio 24, 2007

LOS CANTONES FEDERALISTAS

spaña, julio-diciembre de 1873 — El 12 de julio estalla una sublevación en Cartagena contra el gobierno de Madrid. Se proclama el cantón federal de Cartagena, bajo la presidencia de Antonio Gálvez Arce, alias “Toñete”. Se forma una Junta Revolucionaria en el Gobierno Civil, y el general Contreras asume el mando militar. Los rebeldes se apoderan del puerto y del arsenal. Los buques de guerra surtos en la plaza se unen al cantonalismo cartagenero, y los oficiales que los mandan tienen que ceder sus puestos a los sublevados.Pronto se extiende la rebelión a otras provincias: Valencia, Castellón, Sevilla, Cádiz, Málaga, Alicante. Granada, Salamanca...El levantamiento se ha de entender como la acción decidida de minorías locales pertenecientes del partido federal que, ante las intenciones de Pi i Margall, quien desea instaurar la republica federal por las vías legales y mediante la previa celebración de unas elecciones, temen que, una vez más, sus esperanzas se vean frustradas por las maniobras conservadoras. Su acción no podía sostenerse sin una acción coordinada, imposible por la oposición del propio partido, y fue posible gracias tan sólo al colapso producido en el ejército por la abdicación del rey, ya que los republicanos siempre habían sido partidarios de abolir las quintas y muchos soldados no esperaron a recibir la orden de volver a casa.Los generales Pavía y Martínez Campos fueron encargados de sofocar la insurrección. Al propio tiempo se declaró pirata a la escuadra cantonal. En septiembre ya sólo resisten los cantones de Málaga, que cae el día 19,y Cartagena. Aunque esta ciudad esta sitiada, la flota puede defenderla e incluso bombardear otros lugares. En diciembre toma el mando el general López Domínguez, que termina con la rebelión el 12 de enero, mientras los jefes insurrectos huyen a Argelia a bordo de la Numancia.La constitución del cantón granadino solicitaba: la abolición del registro de la propiedad, un empréstito de seis millones a pagar por los mayores contribuyentes, libertad de cultos, supresión de todo tratamiento jerárquico y medidas similares.