

En él defendía además la ventaja táctica (por el fuego) de la línea sobre la columna napoleónica, aunque ésta más propia para resistir a la caballería. Para ello, los hombres que formaban la línea (de a tres filas), deberían entrelazarse de la manera que muestra la figura adjunta; de este modo aguantaban el empuje de los jinetes enemigos, aun sin formar el cuadro.