martes, octubre 03, 2006

OFICIAL y CABALLERO

ONZALO FERNÁNDEZ de Córdoba fue uno de los últimos caballeros que representaron los ideales medievales y, al tiempo, uno de los primeros que alumbró el Renacimiento. Pródigo hasta la extenuación -"la riqueza es servirme de ella" decía-sus gestos resultan hoy tal vez asombrosos, pero no exentos de imaginación.
En ocasiones dejaba ir a los prisioneros con regalos, después de agasajarlos; ofreció un ducado a los soldados por día que no blasfemaran; compraba lo saqueado por las tropas y lo devolvía a sus propietarios y, por supuesto, mantenía estrictamente los ritos religiosos, hasta el punto de que tras su muerte, se encontraron cilicios y disciplinas en uno de sus cajones.
NO SE CONOCE, además, que tuviera otro trato de mujer que con sus esposas: primero, Isabel de Sotomayor y, cuando ésta falleció de un mal parto, María Manrique. Desde luego, la especie que a veces circula sobre sus su puestas relaciones con doña Isabel la Católica son un burdo engaño. Con razón pudo decir, a pesar de todos sus recelos, el rey Fernando el Católico que el Gran Capitán era «el principal varón de nuestros reinos».

EL CAÑÓN DESEQUILIBRA LA BALANZA MILITAR

l cañón se inventó, por casualidad, a finales del siglo XIII en el laboratorio alemán, Berthold Schwartz. Pero la primera vez que se usó con fines bélicos fue en 1324, durante el asedio de la ciúdad francesa de etz. Así se4 convirtió en el arma deseda.
EL NACIMIENTO DE LOS CAÑONES fue consecuencia del uso de la pólvora y, como tantos inventos, también del azar. Se cuenta que Berthold Schwartz, un fraile alemán de finales del siglo XIII, dejó en un mortero una mezcla de salitre y otros materiales inflamables tapados con una piedra. De forma fortuita, una chispa se coló en la mezcla del religioso y la piedra: salió despedida con violencia, causando grandes desperfectos en su laboratorio. Fue el primer cañonazo de la Historia.
Los chinos habían inventando la pólvora hacía siglos y en algunos puntos de Europa ya se usaba como munición de artillería, mediante distintos artefactos o «ingenios» como los del asedio de Niebla-. Pero los primeros cañones propiamente dichos tuvieron su bautismo de fuego en el asedio de Metz en 1324, en plena guerra civil francesa.
En la península Ibérica, el rey Mohamed IV de Granada, ordenó disparar «pelotas de hierro grandes» para acelerar los asedios de Orihuela y Alicante,según recogen las crónicas de la época; y resultaron decisivos en la Guerra de los dos Pedros entre Aragón y Castilla (1355). Pronto los cañones se utilizaron en las batallas navales: los ingleses los adoptaron desde 1340 y, más tarde, fueron incorporados a todos los grandes barcos de las flotas europeas. La evolución culminó con la construcción del primer buque de guerra: el galeón, que contaba con gran número de cañones en cubierta. A mediados del siglo XIV se desarrolló una artillería más práctica que los primitivos cañones: las lombardas o bombardas. Éstas se componÍan de dos elementos: un tubo de hierro, abierto por ambos lados, llamado caña, y otra parte más corta y cerrada donde se cargaba la pólvora, la recamara..Para dar fuego a la carga, la recámaracontaba con un pequeño agujero llamado oído. La puntería se hacía ,a ojo, hasta que aparecieron, a finales del XIV, unos mecanismos.rudimentarios (joyas de puntería) que servían para colocadas piedras en la dirección adecuada. Sin embargo, las bombardas continuaron siendo piezas de poca precisión. El problema no residía en la calidad de la munición, sino en la escasa potencia del disparo.
La munición que se usaba era conocida como bolaños o pelotas.Fragmentos de piedra caliza para los cañones grandes y proyectiles esféricos de plomo para los pequeños. Hasta que se perfeccionaron, el mayor logro de aquellos rudimentarios cañones es tribaba en el miedo psicológico que infundían en las filas enemigas, que se asustaban al ver tan cerca (apenas dos kilómetros) las bocas de fuego humeantes y, sobre todo, al escuchar el terrible estruendo que hacían.
Los cañones (y sus hermanos pequeños, los arcabuces y mosquetes) se hicieron cada vez más sofisticados, más mortíferos y comenzaron a proliferar por los campos de batalla de Europa. Modificaron las estrategias militares y convirtieron en escombros fortalezas que, hasta entonces, parecían inexpugnables.
Alberto García

JUAN DE LA COSA DIBUJA EL PERFIL DE AMÉRICA

LA LUZ DE LOS siglos, sobresale la labor del geógrafo y navegante Juan de la Cosa. Nacido en Santoña (Santander), se trasladó a vivir a.El Puerto de Santa María, donde habría de firmar su famoso mapamundi en 1500. Si hay una respuesta a la célebre pregunta ¿quién descubrió América?, la más adecuada sería decir que fue Juan de la Cosa. Cuando en el segundo viaje Colón avistó las costas de Cuba, no le cupo la menor duda de que se trataba de Cipango, la actual Japón. Juan de la Cosa lo desmintió con su carta. Ya en el primer viaje colombino, se dio cuenta de que los nativos no eran mongoles, los pájaros no correspondían a los descritos por los viajeros de Oriente, ni las islas pertenecían a Asia. Ésta fue la principal razón de sus desavenencias con Colón.
TAMBIÉN ISABEL DE Castilla se dio cuenta de que el marino cántabro era de fiar. Por ello le envió a Lisboa para espiar a los portugueses y aprender de sus navegaciones. Cuando los reyes suspendieron el monopolio
americano de Colón y comenzaron a otorgar las primeras capitulaciones, Juan de la Cosa figuró en la primera de todas, la concedida a Ojeda en 1499. Fue en esta travesía en la que levantó mapas y trazó distancias para completar su carta. También viajaba con ellos Americo Vespucio, quien a su vuelta publicó unos escritos con las peripecias de la expedición. Aquellas cartas tuvieron mucho eco en Europa y el cosmógrafo Waldseemüller decidió dar el nombre de su autor a la Terra Incognita que los esforzados navegantes habían hallado entre Europa y Asia. La Carta de Juan de la Cosa recogía todo lo descubierto hasta entonces, tanto por españoles y portugueses como por el italiano Caboto al servicio de Inglaterra. En la pieza, hecha con dos pieles de vaca cosidas entre sí e iluminada con oros y dibujos preciosos, aparecen Europa y África con formas muy parecidas a las reales. Las tierras de Asia y el Extremo Oriente siguen fieles a la tradición medieval y a la izquierda aparece claro y rotundo el perfil de América, desde Terranova hasta Brasil. Era el Padrón de Indias, el primer mapa del Nuevo Mundo.
Ignacio Merino

EL «GENERAL VIRUELA», ALIADO DE LOS ESPAÑOLES

a corona española conquistó América gracias a las armas... y a los virus. La caída de los imperios y civilizaciones indígenas fue,. en buena medida, una hecatombe epidemiológica. El Descubrímiento implicó una universalización de las enfermedades y un intercambio de males: los europeos cogimos la sífilis y los americanos se contagiaron del sarampión, la gripe o las paperas.
En el caso de México, el gran aliado de Hernán Cortes fueron las infecciones microbianas. Carentes de defensas, los distintos pueblos de la zona sucumbieron masivamente ante las nuevas enfermedades importadas por los conquistadores. Una simple tos podía ser la sentencia de muérte para un azteca. Se contagiaban y en poco tiempo fallecían.
En 1518, antes de que Cortés llegara a México, la población rondaba los 18 millones de habitantes. Cuarenta años más tarde: en 1560, sólo quedaban 2.600.000 habitantes..La mayoría murieron víctimas de las infecciones, sólo una pequeña parte de las defunciones son atribuibles a la guerra. ;
La viruela y el sarampión fueron las enfermedadesmás mortíferas. El "general Viruela"fue para los indígenas lo que «el general Invierno» para las tropas alemanas en el frente ruso. Pero también diezmaron la población mexicana, la peste, la grípe, la tosferina y las paperas.