jueves, septiembre 03, 2009

LA ALMANSA

ue la fragata que en último término reforzó la gloriosa escuadra del Pacífico (1866). Llegó a tiempo para tomar parte en el heroico bombardeo de El Callao, armada de potentísimos cañones.
La Almansa era de madera (de hélice), tenía 50 cañones de avancarga, naturalmente. La mandaba el valiente Marcial Sánchez­ Barcáiztegui, que no quiso mojar la pólvora, inundando un pañol, como le proponían para salvar el buque ante un incipiente incendio producido en el combate contra las baterías de El Callao. «Hoy no es día de mojar la pólyora», dijo y siguió impertérrito. Hubo un momento en que sobre la Almansa recayó todo el peso de acallar el fuego de las baterías del frente norte de la plaza tan bien armada.
Méndez Nuñez pudo estar orgulloso de los de la Almansa...respondían al nombre de la victoriosa batalla que el buque llevaba.Tenía razón Bazán cuando hablaba de tal impulso.