viernes, octubre 19, 2007

LIBROS

Yo tenía un camarada.El pasado franquista de los maestros de la izquierda
27. Septiembre 2007
Autor: César Alonso de los Ríos
Editorial: Áltera
ISBN: 978-84-96840-12-6
Desde hace unos años la izquierda está empeñada en un proceso político de mayor trascendencia social de lo que muchos piensan: la revisión histórica. Para ello han emprendido eso que llaman “recuperación de la memoria histórica”, que no es más que una falsificación burda de nuestro pasado para deslegitimar el carácter democrático de la “derecha”.
Sin embargo, y si bien este proceso político es reciente, tiene un antecedente inmediato en el proceso de manipulación de su propio pasado que llevó a cabo la inmensa mayoría de la intelectualidad izquierdista. De eso trata el presente libro. En él, César Alonso de los Ríos nos desvela el pasado de los más destacados intelectuales progres: Pedro Laín Entralgo, Dionisio Ridruejo, Joaquín Ruiz-Giménez, Jaime Vicens i Vives, Gonzalo Torrente Ballester, José María Llanos, Antonio Tovar, José María de Areilza, José María Castellet, Alfonso Sastre y Eduardo Haro Tecglen.
Todos ellos militaron en el movimiento nacional que luego tomó el nombre de “franquismo”. Muchos de ellos llevaron la Camisa Azul, la mayoría veneró a Franco, alguno, como Jaime Vicens i Vives, endiosó a Hitler y al Tercer Reich… y todos se hicieron progres cuando ser progre era socialmente más rentable.
César Alonso de los Ríos va descubriendo la biografía de estos supuestos intelectuales de la izquierda y, qué curiosidad, descubrimos que ellos se adelantaron al actual proceso de Memoria Histórica y revisaron y reescribieron su propio pasado. Unos negaron la evidencia de su participación en el franquismo, otros la ocultaron y alguno hubo, como Laín Entralgo, que borró de su bibliografía uno de sus libros más premiados: “Valores morales del nacionalsindicalismo”. Y todo esto por amor a la progresía, que les exigía fabricar un pasado inmaculado, aunque fuera mentira, que eso era lo de menos.“Yo tenía un camarada” se lee con amenidad, pues a lo largo de sus páginas, cuando menos lo espera el lector, se encuentra con noticias curiosas que por desconocidas sorprenden. Así, por ejemplo, el hecho de que el semanario “Triunfo” fuera convertido en la revista cultural de referencia en la izquierda por obra y gracia de un fascista belga exiliado en España, que aportó el dinero necesario para ello.
De los Ríos llega incluso más lejos, pues demuestra cómo todos estos miembros de la generación del 36 siempre pensaron que Franco era necesario, al igual que el Alzamiento Nacional del 36, ya que la República era en cualquier caso inviable. Algo que debieran aprender los discípulos de todos estos intelectuales progres, que pretenden llevar a España a una Tercera República tejida con los mismos mimbres con los que otros insensatos tejieron la segunda.