
La ración de puchero constaba de carne limpia, sin huesos ni tendones(ocho onzas), de huesos y tendones (una onza), de garbanzos (dos onzas); de arroz una onza y media de patatas(seis onzas); de tocino(una onza), y de pan blanco(veinte onzas).Se especificaba que "estos alimentos se distibuían en tres comidas, para desayuno, comida y cena;el desayuno constaba de una sopa de ajos;la comida erea otra sopa de arroz, pan o fideos y un cocido a base de carne,tocino,garbanzos y patatas", la cena era nuevamente una sopa y un guisado o asado de carne y patatas.
Advertía que "el hueso y los tendones no se servían a los enfermos, por estar en la olla para mejorar la calidad del caldo y cocido", y distinguía cuando la carne empleada era de vaca o de carnero, sugiriendo que "la carne sobrante después de cocida no tiene otra aplicación que la de ser entregada a los establecimientos de Beneficiencia".Todo un ejemplo de dieta mediterránea que ni el malogrado bioquímico español Grande Cobián habría mejorado.