sábado, enero 05, 2008

HAMBRE TOTALITARIA

lgunas hambrunas no han tenido origen en las fuerzas naturales, sino en la ambición desproporcionada de ciertos dirigentes. Impulsado por sus ideas genocidas y su afán de conquista global, Hitler causó la muerte por inanición a millones de personas en el gueto de Varsovia, en la Grecia ocupada o durante el largo bloqueo de Leningrado. Sin olvidar, desde luego, los campos de concentración. Otro tanto ocurrió con los regímenes totalitanos de signo comunista. Millones de personas murieron de hambre como consecuencia del Gran Salto Adelante ordenado por Mao entre 1958 y 1961 o durante el sangriento régimen de los jemeres rojos liderado por Pol Pot en Camboya de 1975 a 1979. Ambos mandatarios comunistas se inspiraron en cierto modo en Stalin, un gobernante que les precedió en la obsesión por reformar la sociedad sin tener en cuenta su coste en vidas humanas.

EL VIAJE DEL CÓLERA

ue otra de las terribles epidemias que asolaron Europa durante el siglo xix. Desde tiempos inmemoriales el cólera existía en India y China, a orillas de los grandes ríos, pero se mantenía allí de forma endémica debido a lo difícil de su transmisión. Sólo se contrae bebiendo el agua de los ríos contaminados o conviviendo con los enfermos, que normalmente no pueden viajar, porque la enfermedad es fulminante y ocasiona la muerte en cuestión de horas o días. Con la aparición de los trenes y de los barcos a vapor, la enfermedad llegó a Europa. El contagio interpersonal, a través de las deposiciones de los pacientes y la progresiva infección de las aguas potables, produjo grandes epidemias de 1832 a 1883 en Europa y América del Norte. Los mismos investigadores que lucharon contra la peste y otras enfermedades infecciosas, Pasteur Koch y sus discípulos, así como Jaime Ferrón enEspaña, elaboraron las primeras vacunas contra el cólera una vez descubierto el agente infeccioso, el bacilo Vibrio cholerae. La enfermedad, grave y muy extendida enel siglo XIX, quedó reducida a mediados del xx a unos pocos focos endémicos, difíciles de controlar.