miércoles, noviembre 29, 2006

Los« INMORTALES » INVENTAN LA GUERRA PSICOLÓGICA

L PRIMER ESCOLLO QUE DEBIERON sortear los griegos en Maratón fue psicológico. Cuenta Herodoto que el miedo en la filas helenas era tal, que el mero hecho de pronunciar la palabra persa hacía cundir el desánimo en las tropas. No hay que olvidar que este pueblo, de origen ario, era visto por atenienses y espartanos como bárbaros, seres crueles y despiadados, guerreros invencibles, que dejaban un rastro de muerte y esclavitud a su paso. Aquel trauma no carecía de fundamento. Los propios persas se encargaron de infundir miedo, en una suerte de guerra psicológica, mediante un cuerpo de élite prácticamente inexpugnable que respondía al inquietante nombre de los inmortales.
Se trataba de una unidad especial, ligada directamente al rey, y compuesta por 10.000 hombres, que por su Preparación militar, su disciplina y su imponente parafernalia solía ir en vanguardia de las tropas. Se llamaban inmortales porque cuando uno de ellos caía en combate o causaba baja por enfermedad, era automáticamente sustituido por otro. De suerte que nunca eran ni más ni menos que diez mil.
En principio, era un cuerpo de infantería. Pero según diversas fuentes, también tenían unidades de caballería. Herodoto llega a hablar de "lanceros" y también de "arqueros". En algunas épocas se cree que pudo haber hasta diez regimientos de inmortales. Blandian astas cortas, saetas de caña, arcos grandes y de una correa colgaban afilados puñales.
Pero lo decisivo, al margen de la variedad de las armas y de su diestro uso, era el número de combatientes.Ver aquella masa compacta de 10.000 hombres avanzando, con su bosque de lanzas y arcos, en dirección hacia las pequeñas polis griegas o los enclaves helenos de la costa de Asia Menor, resultaba verdaderamente impresionante.
Lo cierto es que se trataba de una fuerza de choque que permaneció invicta durante mucho tiempo. En Maratón mordieron por primera vez el polvo. Posteriormente, Alejandro Magno los derrotaría en la batalla de Granico y su leyenda comenzó a apagarse.
Como siempre que se habla de guerra psicológica, tan importante como la bravura de los combatientes o sus armas, era su porte externo, destinado a amedrentar a sus enemigos. La indumentaria y la impedimenta de los inmortales era vistosa y espectacular, acorde con su categoría y su fama casi legendaria. Según Jenofonte, los diez mil que sirvieron al rey Ciro llevaban cascos, espinilleras y escudos de bronce junto con túnicas de color carmesí. Herodoto cuenta que cubrían sus cabezas con unas tiaras de lana, y que ceñían sus cuerpos con unas túnicas de mangas irisadas que formaban un coselete de escamas de hierro «parecidas a las del pescado».
Los inmortales siempre eran precedidos por una comitiva de lujosas carrozas donde viajaban sus concubinas y gran compañía de criados ataviados de vistosas levitas. Una cohorte de camellos portaba sus bastimentos, separados de las vituallas del ejercito. Mil de los inmortales cerraban el grueso del cuerpo militar, y las puntas de sus lanzas portaban granadas de oro en vez de puntas de hierro. Las armas de los restantes soldados—nunca inferiores a nueve mil homres las llevaban de plata.Javier Caballero

LACÓLERA DE AQUILES

l héroe griego Aquiles, desconsolado e iracundo al ver el cádaver de suamado, descargó toda su furia contralos troyanos. Una herida en el talón precipitó su muerte y acabó consu condición de invulnerable guerrero.
EL HÉROE DE los pies alados no fue ajeno a las rencillas que causaron la guerra contra la impía Troya, ni a los avatares que sufrió entre retrasos y treguas. (...) Al nacer el príncipe, el oráculo predijo que llegaría a reinar en Tesalia siempre que se abstuviera de participar en una gran contienda, pues de lo contrario moriría en ella. Por ello se hallaba refugiado en la corte de Skiros, disfrazado de doncella, en el tiempo en que se reunió la federación de príncipes aqueos contra Troya, y le buscaban para llevarlo con ellos. Gracias a las mañas del artero Ulises, fue descubierto. Cuando los aqueos entraron en el palacio blandiendo sus espadas, todas las muchachas salieron huyendo menos una que les hizo frente. Supieron entonces que era Aquiles. Unido ya a la expedición y antes de llegar a Troya, Aquiles hirió al rey Télefo de Misia y con esta hazaña retrasó la guerra durante ocho años, pero fue un episodio en apariencia leve lo que provocó su cólera y acabó precipitando el desastroso final.
Después de la tregua, Patroclo, el amigo fiel de Aquiles, le pidió actuar en su lugar y portando sus legendarias armas apareció en el fragor del combate. Las filas troyanas se estremecieron cuando corrió la noticia de que el invencible, a quien su madre había bañado de niño en las aguas de la laguna Estigia haciéndole invulnerable, había regresado al campo de batalla.
Aquiles había dejado intervenir a su amado advirtiéndole que fuera prudente y regresara de inmediato una vez que hubiera puesto a los troyanos en fuga. Pero el amante quiso emular la gloria del héroe y continuó internándose entre los asustados enemigos hasta que el príncipe Héctor le hirió con una flecha y, tras perseguir su carro, le dio muerte cruel con su lanza.
Cuando llevaron ante Aquiles el cadáver de Patroclo, su dolor no tuvo límites. La cólera se transformó en abrasadora sed de venganza (...) y al instante lanzó su furia contra sus enemigos. Muchos fueron los héroes troyanos a los que mandó al Hades antes de que acabara el día. Entre ellos a su mismo matador, Héctor, el primogénito del rey de Troya cuyo cadáver unció a su carro para arrastrarlo ante las murallas y depositarlo, junto al de Patroclo, en el ara donde habría de rendirle los últimos honores. Cuando todos se fueron a dormir, Aquiles se quedó velando junto al amado. Pero al fin le rindió el sueño y fue entonces cuando se le apareció el alma del compañero ido, apremiándole para que quemara su cuerpo cuanto antes y así su espíritu pudiera llegar al Hades y esperarle allí. (...) Ante la pira, Aquiles vació cráteras de vino y ánforas de miel, cubrió el cadáver de aceite y añadió los caballos y los perros que Patroclo poseía, además de otros 1 2 troyanos que mató allí mismo con su espada, y suplicó a los vientos que soplara para que el resplandor de las llamas llegara hasta el Olimpo.
Toda la mañana duró el sagrado fuego purificador hasta que consumió el cuerpo adorado, quedando su cólera apaciguada. Diez años habían transcurrido desde el comienzo de la guerra y quedaban algunos más hasta que la astucia de los aqueos acabó con los troyanos. Aquiles, matador de Héctor, de Pentesilea, reina de las amazonas, y de tantos héroes troyanos, dejó de existir cuando fue herido en el talón que su madre no había sumergido en la laguna Estigia. Su cólera pereció con él, pero no la gloria que le unió para siempre a su fiel Patroclo.(Imagen, la ira ade Aquiles)

BREVES

a muerte de la poetisa Safo conmociona la cultura helena.
MITELENE, 600 A. C. Con el fallecimeinto de Safo la poesía perdió a la «décima musa», en palabras de Platón. Fue fundadora de una escuela poética y dio nombre a una nueva métrica: la estrofa sáfica. Cuenta la leyenda que se quitó la vida arrojándose de un peñón del Leúcade cuando un apuesto barquero llamado Faán no correspondió su amor.
recia adopta y perfecciona el alfabeto fenicio.
ATENAS. 1000 A. C. El sistema fenicio de escritura fue oficialmente adoptado por toda Grecia.Los helenos incorporaron los mismos signos para sonidos comunes y añadieron una mejora:las vocales. Este método tomó el nombre de alfabeto de la contracción de las primeras letras, alfa y beta.