martes, diciembre 26, 2006

IN MEMORIAM

a trepidante vida de Nelson, es inexplicable, si no partimos de la base de que desde los primeros años de su infancia, se vio inmerso en el mundo de la navegación sobre las cubiertas de los buques de la Armada británica.
Es indudable, que esto le restó cierta formación en otros niveles, se crió entre jarcias, velas y estachas, portando sobre su casaca el olor con que los calafateadores impregnaban los arsenales y puertos.
El genio de Nelson como marino, no tiene la menor discusión, vivía para y por su querida Inglaterra, significando las cubiertas de los buques, su hábitat natural, no conocía otra forma de concebir la vida.
Esto me lleva a reflexionar, quizás haciendo un análisis comparativo entre las generaciones de aquellos marinos de las grandes potencias, y las generaciones actuales de jóvenes, teniendo presente evidentemente las diferencias entre la mentalidad de la época de antaño, los valores, principios morales y de entrega en las causas que se consideran de vital importancia para el devenir de un país.
Es evidentemente, es posible, que no se puedan hacer comparaciones, por todos los motivos anteriormente expuestos, pero sí intento buscar allá en lo más recóndito de lo inexplicable, algún valor moral que sea equiparable antes y ahora, os prometo que aun no lo he podido encontrar, no concibo que auque haya pasado dos siglos de aquellos eventos bélicos, hayan sido erradicados de nuestra sociedad los conceptos más primarios de lealtad, honor, y sacrificio.
Quizás, el espíritu aventurero que reinaba en todos estos países, difícilmente sea extrapolable a nuestros días, pero también es cierto, que esos valores que mencionaba antes, se pueden poner en práctica sin necesidad de permanecer en las cubiertas de los buques, estos valores, son de aplicación en todos los órdenes dela vida, esto que plasmo aquí sinceramente que me produce cierto desasosiego, envidia, añoranza, impotencia y también quizás responsabilidad de no haber sabido en la medida de lo posible, transmitir a los que nos siguen el significado de esos conceptos tan necesarios para concebir la idea de una sociedad con unos pilares sólidos visto desde la moral.
Posiblemente, dependiendo quien analice esta reflelxión, se me pueda tildar de anticuado, trasnochado y de todos aquellos adjetivos que se pueden aplicar para definir a alguien que intenta comparar formas de vida diferente, conceptos ya que no tienen cabida en una sociedad del consumismo, del bienestar, y que tan sólo están bien en los panteones donde reposan los restos mortales de aquellos que dieron todo por nada, y que quedan sólo a merced de la cámaras digitales y de la sonrisa sardónica de no entender muy bien, que fue lo que les llevó, a tan alto sacrificio por luchar por conceptos abstractos.
NELSON