martes, febrero 12, 2008

DOMINGO DE CARNAVAL



enía intención de visitar el Museo de las Cortes en Cádiz, pero tuve cierta falta de previsión, pues el domingo, coincidió con el momento cumbre del carnaval, y esto si que no lo perdonan los gaditanos, así que después del intento fallido, me uní a la fiesta en la plaza de Las Flores, disfruté de la genialidad,arte e ingenio de las comparsas que se establecen a lo largo de ella, poniendo de manifiesto su guasa y pitorreo, y que por supuesto, para ellos ese es su Teatro Falla.
El carnaval de Cádiz, no tiene definición, por el colorido,situaciones inverosímiles y sobre todo por la terápia que supone, escuchar a esos juglares lanzando al viento su sorna, ironía y como no, reflejando en sus letras a golpe de caja y guitarra los hechos acaecidos durante el año, y casi me atrevería a decir,que su improvisación es tal, que te confeccionan una letra en pocos minutos.
No es simplemente, algo se que celebra religiosamente cada año, se puede pensar que es casi una religión, es una tradición que se remonta en la noche de los tiempos y a lo largo de la historia,se sabe, que en muchos paises se celebraba desde hace más de 5000 años como sucedió en las antiguas Sumeria y Egipto. En la época del Imperio Romano, se difundió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses en el siglo XV.
Una vez, disfrutado de humor de estos incansables artistas urbanos, localicé un bar que se llama el Veedor, en la calle que lleva este mismo nombre, la clásica tienda gaditana que disponía de una barra para saciar, los rigores del verano y los meneitos que el levante nos propina cuando está cabroncete.
Hoy en día es un lugar con mucha solera y prácticamente se dedica a la restauración, pudiéndose degustar sus tapas que ralmente son todas exquisitas, inclinándome por las habas con jamón.
En su interior,se observa, a parte de ser un lugar muy acogedor, productos que podían formar parte de los mejores paladares, entre embutidos y conservas de gama alta. Allí, Santillana del Mar, tiene su representación, con el bonito y las anchoas, y Cumbres Mayores, también alivian nuestra vista. Sea o no carnaval, pasen por el Veedor.
Nelson