martes, noviembre 25, 2008

MILANS DEL BOCH UN GUERRILLERO LIBERAL

l cabo de tres años, el pronunciamiento de Riego y Quiroga restableció el sistema constitucional y Francisco Milans del Bosch regresó a España, donde recuperó su grado de mariscal de campo. Ocupó, además, cargos importantes en la masonería y presidió la Sociedad Patriótica de Barcelona. Los partidarios del absolutismo no se resignaron. Organizaron guerrillas que fueron muy importantes en Cataluña y, con el nombre de Ejército de la Fe, se apoderaron de la Seu d’Urgell,donde establecieron una regencia propia. Contra ellos marchó el general Francisco Espoz y Mina, con Francisco MiL- lans del Bosch como jefe de las tropas de Girona y Vic, y tras una campaña que prodigó ferocidad en ambos bandos, los liberales reconquistaron la Seu, el Ejército de la Fe se refugió en Francia y Francisco fue ascendido a teniente general por méritos en campaña.Pero las grandes monarquías europeas,coaligadas en la Santa Alianza, no estaban dispuestas a tolerar una monarquía constitucional en España.Así en 1923 cruzó el Bidasoa el ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis, formado por unos 60.000 soldados franceses más los restos del Ejército de la Fe. La mayor parte de los generales españoles se rindió o pasó al enemigo. En cambio, Espoz y Mina, Milans del Bosch, Llovera y Manso se aprestaban para luchar en Cataluña. Francisco libró en Mataró un empecinado combate contra los franceses, retirándose después para defender Tarragona, mientras Espoz y Mina lo hacía en Barcelona y Manso luchaba en campo abierto. Hasta que este último capituló, y Francisco debió entregar Tarragona. No se dejó capturar, sino que aprovechó su experiencia para llegar hasta la frontera francesa y luego se refugió en Inglaterra. Vivió unos años en Londres y Jersey, hasta que se trasladó a Montpellier, en Francia, donde le sorprendió la Revolución de 1830. La victoria de los liberales franceses animó a los exiliados españoles, que emprendieron diversas intentonas en España. Espoz y Mina preparó una penetración por los Pirineos, asignando a Francisco la columna que debía entrar por BourgMadame. Sin embargo fracasaron. Milans del Bosch fue detenido por los gendarmes franceses, conducido a Perpiñán y luego dejado en libertad.Continuaba exiliado cuando, en 1832, un anciano y achacoso Fernando VII entregó provisionalmente el gobierno a su cuarta mujer, María Cristina de Nápoles, que tropezó con una hacienda arruinada y la oposición de su cuñado, el infante Carlos María Isidro. En busca de apoyo, la Reina se confió a ministros moderados, que tomaron medidas para activar la economía, reabrieron las universidades y publicaron un decreto de amnistía. Gracias a él regresaron muchos emigrados, entre ellos el propio Francisco Milans del Bosch, avejentado y enfermo. Sus sobrinos le acogieron en la masía de Sant Vicenç, porque su hermano Rafael había fallecido pocos años antes. Fernando VII murió en 1833, y el guerrillero le sobrevivió más de un año. Hasta que, a finales de 1834, expiró en la casa que rodeaban los pinos de su niñez, peinados por los vientos del mar..
Referencia.-Historia y Vida.Gabriel Cardona