

Aunque nació en 1749, se podría afirmar sin temor a equivocarse, que Goethe se convirtió en el adalid del sentimiento femenino, los cuales manifestó a lo largo de su vida de poeta en numerosas obras y poemas, de los que se encuentra Fausto, en su acto V, concluyendo su obra con las palabras siguientes:"Todo lo temporal es sólo una parábola;he aquí lo inaccesible que se convierte en hecho. Aquí se cumple lo indescriptible y al cielo nos conduce el eterno femenino".
Goethe, a través de sus poemas enaltece a la mujer como la salvación, el cristianismo establece el dilema entre el pecado a través de Eva, y en María como el amparo, la tradición occidental, se debate entre estos dos extremos, pecado y refugio.
Supuso dentro del sentir femenino el máximo exponente, a través de su personaje Margarita en la obra anteriormente mencionada, considerándose un ideal romántico que enaltece a la mujer en contra de bufonadas o extravagancias del lenguaje masculino.
Hay quien asevera que Goethe, fue uno de los hombres más inteligentes de la historia, lo cierto es que, sus conocimientos en derecho, ciencia, poesía, botánica, filosofía, hicieron de él un personaje irrepetible, quizás el delirio que sentía por la condición femenina pudo ser a través de esa preparación exahustiva que le catapultó a un romanticismo que lo asemejaba con la dulzura, la ternura y el encanto de lo que supone la mujer en la vida de cualquier hombre.
NELSON