miércoles, agosto 01, 2007

ALZAMIENTO CAMPESINO EN JEREZ

erez, 1891 — Estalla en la población gaditana de Jerez un levantamiento anarquista. Periódicamente, ráfagas de violencia campesina sacuden Andalucía. La represión oficial acaba con las actividades de la Mano Negra, pero la idea o el sentimiento que origina su aparición subsiste. En 1891, un grupo de campesinos, armados con hoces, azadas y escopetas de caza, penetra en Jerez y asesina a «quienes iban bien vestidos». Según algunos historiadores, más que de un levantamiento anarquista —aunque los participantes son anarquistas—, se trata de un estallido de odio de unos campesinos agobiados por el hambre, el paro y la miseria.Poco a poco, las giras de propaganda de los que abrazan el credo anarquista logran modificar el carácter de las revueltas campesinas andaluzas sobre todo en las provincias de Córdoba y Cádiz. De breves estallidos inconexos, se convierten en huelgas debidamente organizadas, que culminan en la huelga general de 1903. El movimiento fracasa por el hambre, ya que 1904 es un año de escasesz casi absoluta.A lo largo de la década siguiente el anarquismo desaparece en Andajucía como un movimiento organizado, subsistiendo casi exclusivamente como una esperanza en los corazones de algunos.

EL 1 DE MAYO Y LA JORNADA DE OCHO HORAS

spaña, 1 de mayo de 1890 — Se celebran las primeras manifestaciones del 1 de mayo en Madrid, Barcelona y Bilbao. Los organizadores del movimiento son principalmente los socialistas y los anarquistas.Pero mientras los primeros desean realizar una manifestación, según lo acordado en el congreso de París de julio de 1889, los segundos convocan además una huelga indefinida con fines reivindicativos. Entre las principales reivindicaciones de los obreros, está la jornada laboral de ocho horas y la prohibición del trabajo a los menores de catorce años. Por temor a que fracase, en Madrid los actos son trasladados al domingo 4 de mayo.Se celebra un mitin en el Liceo Rius, donde habla Iglesias, entre otros, y luego se desarrolla una pacífica manifestación que congrega a unas 20 000 personas. Después, una comisión entrega a Sagasta las peticiones.El 1 de mayo es un éxito también enBarcelona. Tras celebrarse un mitin en el Teatro Tivoli, con Quejido y Toribio Reoyo, se manifiestan unas 15 000 personas por las conocidas y transitadas Ramblas.Al llegar al Gobierno Civil, Quejido entrega a las autoridades un pliego en el que constan de modo enumerativo sus peticiones.Tras esto, se retiran los manifestantes a sus casas en orden, pero las huelgas anarquistas se prolongan unos 15 días.También se producen manifestaciones en Bilbao y Valencia.La reclamación de la jornada de ocho horas, es decir, en aquellos tiempos la jornada de cuarenta y ocho horas semanales, constituirá una reclamación que se irá repitiendo hasta que se adopte a principios de siglo, dentro de las medidas sociales que llevarán a cabo los gobiernos de turno, al compás de las ideas del Instituto de Reformas sociales también creado.

EL SUBMARINO PERAL, NO INTERESA

a Carraca, 1889 — Se inician las pruebas con el submarino ideado por Peral.Isaac Peral y Caballero, nacido en Cartagena en 1851, obtuvo el grado de guardiamarina de segunda en 1866 y en 1872 había ascendido a alférez. Ese mismo año marchó a Cuba como segundo comandante del cañonero Dardo y al regresar a España participó en la guerra civil. En 1877 ingresó en la escuela de ampliación de estudios del Observatorio de marina de San Fernando, donde trabó amistad con José Luis Díez y Pérez, especialista en electricidad además de oficial, cuya relación sería de gran provecho para el proyecto que albergaba el cartegenero de construir un submarino.Hasta 1885, y con motivo del conflicto de las Carolinas, Peral no tuvo ocasión de presentar el buque submarino que había ideado a lo largo de varios años. Informó de ello a don Manuel de la Pezuela y Lobo, ministro de Marina, quien lo citó en Madrid ante una junta técnica que informó favorablemente sobre el proyecto de Peral. Dos años después, el 20 de abril, se promulgaba una real orden por la cual se fijaba un presupuesto de 300 000 pesetas para iniciar las labores de construcción del submarino bajo la supervisión exclusiva de Peral. El 23 de octubre, y después de haber adquirido el material en el extranjero, se comenzaban las obras en el arsenal de La Carraca, y el 8 de septiembre de1888 se procedía a la botadura. Pese a lo satisfactorio de las numerosas pruebas que se realizaron, sobre todo en el simulacro de ataque al Colón, la junta técnica señaló que el submarino precisaba de mayor estabilidad, debía duplicar su velocidad y radio de acción y que no se sumergía con la prontitud deseada, por lo que se necesitaba otro barco. La propuesta de Peral para la construcción del nuevo buque fue rechazada y se le denegó el apoyo oficial.