jueves, abril 10, 2008

IDEA E IDENTIDADES DE ESPAÑA

l Estado que, tras la victoria sobre el carlismo, se creó en el reinado de Isabel II era un Estado liberal basado en una Constitución que consignaba la división de poderes y los derechos humanos; un Estado centralista, uniforme, dividido territorialmente en 49 provincias, y gobernado fundamentalmente desde instituciones establecidas en Madrid, y un Estado nacional español, que descansaba en la afirmación de la soberanía de la nación española. La idea de España como nación soberana había sido formulada por primera vez en Cádiz, en 1812, y se vería fortalecida tras el triunfo de los liberales por múltiples creaciones culturales, de raíz romántica, que trataron de establecer la genealogía y la personalidad de un pueblo que hundía sus raíces en la más lejana Antigüedad.
El renacimiento de la lengua y la cultura específicas de Cataluña, Galicia y el País Vasco —que, también por impulso del Romanticismo, tuvo lugar en aquella época— favoreció la creación y difusión de una identidad particular en cada uno de estos pueblos, percibidos igualmente como naciones dotadas de historia propia. Hubo movimientos de opinión contrarios a la centralización estatal, pero sólo en el País Vasco esta corriente alcanzó la suficiente fuerza para lograr el mantenimiento de sus fueros. En todo caso, y en todas partes, la ideotidad propia —catalana, gallega, vasca o cualquier otra— no fue considerada incompatible con la española.