sábado, mayo 24, 2008

NELSON, LA LEYENDA DEL MARINO

l más grande marino de la historia, el estratega, el héroe al que la Marina británica rinde honores a diario, murió ante la costa gaditana durante la batalla de Trafalgar. Nació en 1758 en Burnham-Torpe(lnglaterra)ya los doce años se embarcó por primera vez en un buque de transportes de línea que mandaba su tío el capitán Mauricio Suckling. En 1771, con tan solo trece años, fue enviado a la India para hacer prácticas de navegación, y en muy corto período de tiempo ascendió de teniente a capitán de navío. Participó en una expedición al Ártico bajo las órdenes de Phipps, y nuevamente regresó a las Indias. En 1780, mientras formaba parte de una expedición, sufrió una enfermedad que le hizo regresar a Inglaterra. Participó en la guerra de las colonias americanas, resuelta con la declaración de independencia de las mismas,y volvió a Gran Bretaña para casarse con Frances Nisbet.
Al estallar la guerra con Francia, fue nombrado capitán del Agamenón y le destinaron a Córcega, donde perdió el ojo derecho en el sitio de Calvi. Los militares españoles y franceses le consideraban un gran marino, temido por muchos y vanagloriado por otros. Sus actuaciones en España a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX fueron varias y significativas.
Formó parte de la escuadra que bloqueó la ciudad de Cádiz, atacó la isla deTenerife,y participó en la batalla del cabo San Vicente, donde sufrió grandes pérdidas en la flota y perdió el brazo derecho.En 1798, tras un largo período de convalecencia, le asignaron el mando de la escuadra del Mediterráneo, con el encargo de vigilar desde el puerto de Tolón a las tropas francesas que preparaba la expedición a Egipto. Napoleón consiguió burlar la flota de Nelson, pero el almirante inglés le persiguió hasta que el 1 de agosto consiguió alcanzarle en el mar y le derrotó en Abukir, dejando aislado en tierra al ejército del Emperador y frustrando así la campaña de Egipto. La Marina francesa quedó muy debilitada y por tal victoria fue considerado héroe nacional y nombrado duque de Bronte. Al término de la guerra de Nápoles con Francia se retirá a Palermo, donde fomentó la oposición a Napoleón. En esa etapa de su vida se separó de su esposa y mantuvo relaciones amorosas con lady Hemma Hamilton, con la que tuvo dos hijos.Mantuvo discrepancias con el gobierno británico y desobedeció la orden de navegar rumbo a Menorca; sin embargo, ayudó a destrozar la escuadra francesa en Malta en 1800. Regresó después a Palermo junto a su amante y fue relevado del mando. Al volver a Inglaterra el pueblo le aclamó y fue recibido con todos los honores. En 1801 participó en la batalla de Copenhague, conflicto breve por la muerte del zar Pablo de Rusia en el que junto al general Parker le ordenaron expulsar a las tropas danesas y suecas que apoyaban económicamente a los franceses. Con esta actuación, las fuerzas navales escandinavas quedaron mermadas y el norte de Europa también fue controlado por los ingleses. De nuevo en Inglaterra, Nelson fue encargado de dirigir la flota del Canal, punto estratégico para las operaciones militares de todas las potencias.Con la paz de Amiens se vivió una tregua breve, pero enseguida se reanudaron las hostilidades y estalló la guerra con Francia. El Almirante se hizo cargo de la flota del Mediterráneo y en ese escenario tuvo lugar la batalla de Trafalgar. El 21 de octubre de 1805, a bordo del Victory, mandó izar una enseña en la que arengaba a la tropa: «Inglaterra espera que cada hombre realice su trabajo». El combate fue trágico para españoles y franceses, pero el último del gran marino, porque el casco de una granada que estalló junto a él acabó con su vida. Antes de morir preguntó por el resultado de la batalla y cerró los ojos sabiendo que habían alcanzado la victoria. Las últimas palabras de Nelson se confundieron por la falta de aliento.En la literatura ha quedado escrito que se refirió al capitán Thomas Masterman Hardy en estos términos: «Es el destino Hardy»; otra versión apunta que recordó a su amada con la expresión "Bésame Hardy". La noticia de su muerte causó gran impresión entre los oficiales franceses y españoles, quienes tuvieron palabras de respeto para el que había sido su enemigo. Su cadáver fue enterrado en 1806 en la iglesia de San Pablo en Londres,y en su honor se alzaron monumentos en Trafalgar Square, así como en Norwich,en Edimburgo y en la ciudad canadiense de Montreal.
Bibliografía.Trafalgar.Espasa