domingo, febrero 18, 2007

SE PROHÍBE PERSEGUIR A LOS CRISTIANOS

ebido al exceso de mártires, elgobernador Plinio Segundo se vio en la necesidad de dar cuenta de la situación al emperador Trajano,quien reaccionó con un decreto que impedía perseguir a los cristianos.

FUE TAN FUERTE la persecución que entonces nos oprimía en todo lugar que Plinio Segundo, muy destacado entre los gobernadores, impulsado por la gran cantidad de mártires, comunica al emperador la abundancia excesiva de aniquilados por causa de su fe. En la misma carta menciona que no se les ha tomado en ningún acto impío ni contrario a las leyes, con la excepción de levantarse al despuntar el día para cantar himnos a Cristo como a un Dios, y que a ellos también les está prohibido adulterar, asesinar y cometer delitos semejantes, y que en todas las cosas actúan de acuerdo con las leyes.
Trajano reaccionó a todo esto con la promulgación de un decreto que incluye lo siguiente: no buscar a la tribu de los cristianos, pero castigar a quien caiga. Por esta causa la persecución, que mostraba la amenaza de oprimirnos terriblemente, se calmó en cierto modo, pero no obstante no faltaban excusas para quienes deseaban dañarnos. En unas ocasiones eran los pueblos, en otras el gobernador local, quienes disponían maquinaciones contra nosotros, de modo que, a pesar de no haber persecuciones declaradas, algunas se encendían en ciertas partes según cada región, y muchos creyentes lucharon con diversos martirios.
Esta información ha sido tomada de la Apología latina de Tertuliano (...). Su traducción es la siguiente: «Sea como fuere, encontrarnos que está prohibido incluso que nos busquen. Pues Plinio Segundo, gobernador de una provincia, habiendo ya sentenciado a algunos cristianos, y tras rebajarlos en sus cargos, confuso por la gran cantidad de ellos y sin saber qué quedaba por hacer, consultó al emperador Trajano diciéndole que, fuera de que se negaban a adorar a los ídolos, nada impío encontraba en ellos. También le indicaba esto: Que los cristianos se levantaban al despumar el día y cantaban himnos a Cristo como a un Dios, y que para conservar su saber se les había prohibido dar muerte, adulterar, codiciar, disfrutar y cualquiercosa semejante. A esto Trajano respondió por escrito que no se buscara a la tribu de los cristianos, pero que se castigara al que hubiere caído». Todo esto también tuvo lugar en este tiempo.(...)
Tras ostentar el mando del Imperio diecinueve años enteros y seis meses, Trajano fue sucedido por Elio Adriano. A éste, Cuadrato presentó una instancia en favor de los cristianos. Se trata de la Apología defendiendo nuestra religión, porque muchos hombres perversos intentaban inquietar a los nuestros. Todavía circula entre gran número de los hermanos, y nosotros mismos tenemos este escrito en el cual se observan muestras evidentes del conocimiento y de la rectitud apostólica de este varón.
Por su parte, nos da evidencias de su antigüedad cuando dice lo siguiente: «Pero los hechos de nuestro Salvador se hallaban siempre presentes porque eran verdaderos; los que habían sido sanados y los que se levantaron de los muertos no sólo fueron vistos al ser sanados o resucitados, sino que algunos sobrevivieron, durante los días del Salvador, y una vez que El hubo partido permanecieron el tiempo suficiente, de modo que algunos de ellos incluso han llegado hasta nuestros días."


Eusebio de Cesarea. Fragmento de "Historia eclesiástica"