martes, enero 01, 2008

EL MILAGRO DEL CHICLE

no de los rasgos principales y más peculiares de la civilización occidental de fines del milenio es el hábito de masticar la resina lechosa del Achras Sapita L., o sea, de mascar chicle. La palabra chicle deriva de la voz náhuati tzictli, empleada en el México precortesiano para designar el látex aglutinante, lechoso y pegajoso, que se obtiene por incisión en el tronco del árbol hicozapote y del fruto del mismo árbol, el zapote. Se trata, pues, de un aztequismo, de un término tomado de la lengua mexicana, ya que no existía una palabra sinónima en castellano para nombrar el producto, y como tal lo recoge el Diccionario de la Real Academia.Ahora bien, a diferencia de la mayoría de los mexicanismos (tomate, petaca, chocolate, etcétera), que se introdujeron en el castellano en fechas muy tempranas, la voz chicle se adoptó tardíamente y aparece por primera vez en el Diccionario en la edición de 1899.