miércoles, agosto 22, 2007

¡DEMOCRACIA PARA QUE OS QUIERO!

ace años, cuando España se preparaba para entrar en la senda democrática, y recibiamos todo tipo de novedades, de expresiones y de acciones a cargo de los partidos políticos, nos parecía vivir un sueño, la esperanza de tener un país demócrata como cualquiera de nuestro entorno, todos éramos como niños que estrenan zapatos nuevos.
Ya los zapatos, tienen su rodaje , todo parecía normal y nos congratulábamos de lo bien que marchaba todo, con la legalización de los partidos más dispares-según épocas pasadas-, de heridas abiertas, que por fin, habían encarnado perfectamente, e incluso, pensabamos ¿como era posible que esto no hubiera sucedido antes, si en realidad, es el sistema político, menos malo?.
Al cabo de los años, y cuando ya parece que todo es sabido en democrácia, y sobre todo que nos sentimos los más demócratas del mundo, -dejando en mal lugar a Aristóteles, que fué el primero que definió este sistema político-, como si hubiéramos sido los inventores de la misma, parece como si la tortilla que estaba casi cuajada, al darle la vuelta, se nos está quemando sin viso de solución.
Las banderas autonómicas ondean en los balcones de todos los estamentos públicos, pensabamos que hasta hacía bonito, tanto colorido, lo que no preveíamos, es que al cabo del tiempo, se discutiera, si la enseña nacional debe estar o no en ese lugar de privilegio, como está pasando en muchos ayuntamientos, que ya no las colocan saltándose a la torera la Constitución, tampoco estaba calculado, la política lingüística, es decir, debemos de hablar de todo menos el español, menos mal que nosotros, los del sur, ya tenemos curso de andaluz, sino fijense que desaguisado,también ahora debemos defender el respeto a la legalidad y las instituciones pues deberían ser neutrales y de todos.
Ahora entiendo, lo del botellón, los jóvenes, desconocen que es una nación, los límites de la misma en todos los sentidos, los derechos y las obligaciones, teniendo como referencia, de su país, la calle en la que montan los bares a pié de obra designando al mismo como el único foro posible para resolver sus problemas, tomando como referencia el cacao mental que tenemeos encima, los que supuEstamente somos adultos.
Nelson