lunes, septiembre 14, 2009

LOS CANDADOS DEL AMOR

odo este movimiento se suscita a raíz del libro publicado por Federico Moccia, titulado Tengo ganas de ti, lo cierto es que desde su publicación, se ha disparado en muchas capitales europeas, un rito, o quizás un conjuro que se sella con el acto de colocar un candado inscribiendo en el mismo los nombres de los amantes y amordanzándolo en algun que otro puente, lanzando sus llaves a lo más profundo de las aguas, acto, que en algunos lugares está causando ciertos problemas por el peso que se está acumulando en determinados lugares frágiles y no preparado para soportar tanto amor.
Empezó como un acto simbólico sin más repercusión, pero lo cierto es que el amor, seguirá aumentando y sus consecuencias, aun están por dilucidar.
Un gesto, quizás hermoso, vistos por algunos y por otros como la simbología de lo que precisamente no debería ser el amor, ningun candado, ninguna cadena, debería ser lo suficientemente fuerte, para dominar las voluntades.
Como no podía ser de otra forma, esta manifestación de amor, ha llegado hasta la cercana ciudad Chiclana, ciudad innovadora y punta de lanza en muchas actividades, los candados, los amores encadenados, estan copando el puente sobre el río Iro, ni que decir tiene o por lo menos a mi se me ocurre, es que uno de los sectores que primero saldrán de la crísis, será el de la ferretería, amén, de que a este paso cada pareja buscará el candado más grande y difícil de eliminar, con lo que la cadena de producción, hará que despegue el sector.
Quizás sería recomendable, que no lanzasen sus llaves a tanta profundidad, y las mantuvieran en algun lugar guardadas, en previsión de que se producza alguna flaqueza en la relación y se puede abrir facilmetne, con consenso de ambos.
Desde mi modestia opinión, el amor, no necesita cerrojos, todo es más fácil, simplemente, basta con la aceptación mutua, imaginación y espontaneidad que endulza y mantiene viva la llama del amor.