martes, noviembre 11, 2008

CABALLOS

s sabido quen el Nuevo Mundo no los había;ello podría haber hecho sospechar al Descubridor que aquello no era Asia,donde sabía que abundaban,pero,al parecer,no cayó en la cuenta.
Pero sí puso pronto remedio a esta carencia, pues ya en su segundo viaje se embarcaron veinticinco, que causaron tremendda impresión, e incluso temor, a los aborígenes.Por cierto quela picaresca se aprovechó de las circunstancia,lo que motivó la oportuna denuncia del almirante, que en el memorial que envió desde La Española por medio de Antonio de Torres se expresba en estos términos:
"Direis a sus Altezas como los escuderos de caballo que vinieron de Granada,en el alarde que fixieron en Sevilla mostraron buenos caballos, e despues al embarcar yo no lo ví,porque estaba un poco doliente, e metieron los tales aquel mejor d´ellos non parece que vale dos mil maravedís,porque vendieron los otros e compraron estos..."
Tal ves los "buenos caballos" de Granada vendidos fraudulentamente, quizá de origen árabe, fueran el origen de las excelentes cuadras jerezanas.Lo que no consta es si los desaprensivos escuderos fueron debidamente sancionados.