lunes, julio 30, 2007

PROGRESISMO FATAL

o hay nada como un progresísmo generoso y sobre todo cuando se trata de repartir euros a diestro y siniestro, con el único fin de conseguir votos, -por cierto, que ya las parturientas se están desmadrando y están solicitando que la llamada "primera papilla" sea con carácter retroactivo desde enero 2007- o lo que es aun peor, destinado a proporcionar sueldos a los asesinos de ETA que se encuentran en prisón para su reinserción.
Todo ello, me da a entender, que a estos progres, no les cuesta ningún esfuerzo ganarse el jornal a diario por la forma que vacían las arcas, mientras las víctimas del terrorísmo se siguen arrastrando en su miseria no, ya por el dolor producido por el vil asesinato de sus seres queridos, sino por el recorte drástico de los fondos que recibían de gobierno.
El país, ha entrado de lleno en las rebajas de julio, derroche de capital, y conversaciones al margen de la legalidad para descuartizar algo que desde hace siglos se llamaba España.
No es de extrañar, que esten empezando los apagones, que no se resuelva con eficacia el desastre del "Don Pedro", que los incendios no se mitiguen con celeridad, que falten inhibidores, y no destinar unos fondos adecuandos a la investigación y el desarrollo, para ello es mejor tener una sociedad inculta, porque al fin y al cabo, ésta no entederá de cuentas y ojos que no ven corazón que no siente. Pronto no tendremos solvencia, ni para lo más elemental como es la seguridad social y menos aún las pensiones.
Así, es fácil ser progre, dame pan y llámame tonto, o mejor aún, derrocha lo que no es tuyo en aras de un progresismo facilón pero perjudicial para el resto de la sociedad que muy pronto se lamentará de haber tenido unos gestores despilfarradores, aunque si ganan las próximas elecciones, si es verdad que a esto que llamamos España, no la conocerá ni su puñetera madre, como dijo un gran estadísta del progresismo.
Nelson

ATENTADO ANARQUISTA CONTRA EL REY

adrid, 25 de septiembre de 1878— El rey Alfonso XII regresa de su gira por el norte, a caballo y al frente de su EstadoMayor.En pleno centro de la ciudad, entre la multitud que le aclama, un joven tonelero catalán, llamado Joan Oliva, saca un pistola y dispara dos veces contra el monarca. Ninguna de las dos balas se ha aproximado a su objetivo. Es detenido. No será este el único atentado contra Alfonso XII: el 31 de diciembre de 1879 cometerá otro, también infructuoso, el gallego Francisco Otero. Oliva, de 24 años, era anarquista afiliado a la Internacional. Otero no tenía filiación alguna. Ambos fueron condenados a muerte. Oliva la sufrió con singular entereza, el 4 de enero de 1879. El rey otorgó, de su bolsillo, una pensión a la hija del infortunado, pues le consideraba más perturbado que responsable.