
Los aliados contaban con una flota poderosa, con enorme poder de fuego, pero consideraron que el factor sorpresa sería muy favorable y, para propiciarlo, decidieron reducir a media hora la duración del fuego previo al asalto. A posteriori se produjeron algunas críticas; dado el elevado número de bajas que sufrieron en la playa de Omaha, apuntando a que se habrían reducido acusadamente si hubiera habido un bombardeo naval y aéreo de varios días de duración, como posteriormente se hizo en Iwo Jima y en Okinawa, olvidaban algo tan esencial como era el hecho
de que los aliados en Normandía invadían un continente y el enemigo tenía una enorme
capacidad para llevar a cabo acciones de refuerzo y de poder lanzar contraataques, caso totalmente distinto al de las mencionadas islas del Pacífico.
J. J. P. C.