
El proyecto de esa remodelación fue encargado por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal al arquitecto José Puig y Cadafalch (1869-1956) en 1922, siendo el proyecto definitivo de Francisco de P. Nebot, Pedro Doménech, Antonio Darder, Félix d’Azua y Enrique Catá, fechado en 1925. La
obra fue inaugurada el 2 de noviembre de 1927. La farola en concreto fue diseñada por el propio Puig y Cadafalch en 1923 y la construcción de las fuentes de luz la realizó la empresa local Biosca y Botey, todavía existente.
En la antigua Roma los rostrum de las naves enemigas capturadas eran motivo de orgullo por los romanos. En Barcelona, en cambio, los de la farola que nos ocupa no satisfacen ese objeto, y la mayoría de los viandantes que pasan por su lado no se dan siquiera cuenta de su existencia. Pero si la observamos detenidamente podremos adivinar que contiene una alegoría realmente hermosa y de gran trascendencia: el mundo, en forma de bola de cristal, situado en el tope de la columna central, está iluminado por la luz de unas lámparas que la Marina sostiene.
L. C. R.
obra fue inaugurada el 2 de noviembre de 1927. La farola en concreto fue diseñada por el propio Puig y Cadafalch en 1923 y la construcción de las fuentes de luz la realizó la empresa local Biosca y Botey, todavía existente.
En la antigua Roma los rostrum de las naves enemigas capturadas eran motivo de orgullo por los romanos. En Barcelona, en cambio, los de la farola que nos ocupa no satisfacen ese objeto, y la mayoría de los viandantes que pasan por su lado no se dan siquiera cuenta de su existencia. Pero si la observamos detenidamente podremos adivinar que contiene una alegoría realmente hermosa y de gran trascendencia: el mundo, en forma de bola de cristal, situado en el tope de la columna central, está iluminado por la luz de unas lámparas que la Marina sostiene.
L. C. R.