
omo decíamos en un artículo anterior,Cádiz, en el siglo XVIII, fué un emporio de riqueza y una ciudad abierta al mar en toda la extensión de la palabr

a, por las circunstancias que se dieron en este siglo al ser no sólo el puerto más importante de España, sino de Europa. La cifras que constan en los registros, nos da una idea del tráfico marítimo que arribaban a Cádiz sobrepasaban anualmente el millar de navíos. Era el mercado más abastecido de la Península en mercaderías extranjeras, se podían encontrar en sus comercios, productos exóticos, raros, prodedente de las Indias, paños de Inglaterra, especies de Holanda, vinos, harinas y tocinos de Burdeos, alquitrán de Bayona,lanas de Rouen o del El Havre, sedas, tapices, azulejos,mármoles,vidrios, esclavos negros del Congo, ginebra de Jamaica y artículos de moda de París, todo esto, sin tener en cuenta, los fabulosos tesoros que llegaban de las Indias Españolas, a lo largo de unas duras y penosas travesías, sorteando tempestades y corsarios ingleses.
"... Cádiz es u
n pueblo sin igual entre todos los que he visto hasta ahora. Tiene todas las malas y buenas cualidades de una ciudad grande y de un puerto de mar: riquezas, magnificencia, lujo y corrupción de costumbre, que es compañera del lujo y de la opulencia. El hombre es el mismo en todos los estados y en todos los países, pero quien desee conocer el corazón humano y los efectos prodigiosos del comercio y de la industria debe venir a Cádiz a instruirse y admirarse." Referencia.-El Ataque de Nelson a Cádiz. Augusto Ponte y Lacave.
Nelson