domingo, noviembre 12, 2006

LA INTERVENCIÓN BRITÁNICA DECIDE EL CURSO DE LA GUERRA

OS FACTORES AYUDAN A EXPLICAR LA DERROTA de Bonaparte en España, en la última fase de la contienda (1812-13): la atención y las energías que el emperador tuvo que dedicar a Rusia y la intervención británica en la Península Ibérica.
En 1812, la guerra daba un giro brusco, Napoleón invadía el imperio de los zares y se veía obligado a concentrarse en una diflcil campaña, que le exigía destinar cuantiosos efectivos. España había dejado de ser objetivo bélico prioritario de París.
Paralelamente los ingleses, comandados por el duque de Wellington, hacían más efectiva su presencia en la contienda, desde su base de operaciones de Portugal. Los franceses se veían obligados a abandonar la meseta de Castilla la Vieja tras algunas derrotas, entre ellas la más notable la de los Arapiles el 22 de julio de 1812. José I abandonaba Madrid y el general Soult levantaba el asedio de Cádiz. Allí cobró fama la canción de sus mujeres: «Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones». Parece que las bombas francesas se asemejaban a los utensilios que usaban las mujeres para rizar su cabello.
El duque de Wellington se había convertido en el jefe de operaciones de las tropas británicas en España, tras la muerte del general John Moore en LaCoruña. Tras la batalla deTalavera lanzó una ofensiva contra Ciudad Rodrigo (1812), plaza que tomó, por lo que le fue otorgado el ducado del mismo nombre. A continuación fue puesto al frente del mando único del Ejército aliado anglo-hispano-portugués, y fue entonces cuando ganó la batalla de los Arapiles (Salamanca) y entró en Madrid.
Tras volver a su cuartel general en Portugal y pasar en sus bases el invierno de 1812, Wellington lanzó una nueva ofensiva en 1813 contra los franceses, Aquella fue la puntilla para el Ejército napoleónico. Las batallas de Vitoria y San Marcial (cerca de Irún) fueron decisivas para precipitar la salida de los invasores y el fin de la guerra. Las últimas tropas abandonaban el territorio español el 4 de julio de 1814 desde Figueras.
Wellington persiguió a los invasores en territorio francés, pero si no obtuvo más éxitos fue porque no convenía a Gran Bretaña que España se sentara en la mesa de los vencedores en el Congreso de Viena. Es decir, que los ingleses utilizaron la plataforma de la Península Ibérica para asestar un golpe mortal a Bonaparte, pero a la hora de adjudicar la gloria, minimizaron la decisiva contribución española.Dicho lo cual, hay que subrayar que sin el apoyo británico la contienda se hubiera prolongado más tiempo. El 6 de abril de 1814 había abdicado Napoleón y Fernando VII, liberado tras el Tratado de Valençay, en diciembre de 1813, recuperaba la Corona sin la intervención de las Cortes.(Imagen de Wellington).
M.I.C.

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