A LIGA DE LOS Comunistas encomendó a Marx y Engels, en 1847, la redacción de un documento programático que sería conocido como Manifiesto Comunista, que iba a tener mucha más influencia en el desarrollo posterior del socialismo que El Capital. El contexto en el que la obra iba a aparecer no podía ser más prometedor. En primer lugar, los autores tenían la conviccion de haber hallado un instrumento privilegiado para comprender la Historia de manera científica y ambos tenían la posibilidad de convertirse en los ideólogos oficiales del movimiento.
Desde las primeras lineas, el Manifiesto Comunista pretende conceder una importancia —que no se corresponde con la realidad— al movimiento comunista y, a la vez, erigirlo como poseedor de un mensaje redentor que se escuchará internacionalmente.
Tras la introducción,Marx y Engels trazaban los aspectos de su pretendida visión científica de la Historia. El más relevante era la concepción de ésta como historia de la lucha de clases que, en la época en que se escribia el Manifiesto, giraba en torno a la burguesía y al proletariado.
Tras índicar que la lucha de clases es inevitable y que el proletariado debe aniquilar a la burguesía para liberarse, Marx introducía el tema del Partido Comunista y su papel en este proceso histórico, afirmando que «los comunistas son la fracción más resuelta de los partidos obreros de todos los paises. Justo en ese momento del discurso, criticaba la cultura, el derecho, la familia y la patria, afirmando que éstos no eran sino conceptos que sólo pretendían perpetuar el poder de la burguesía y la explotación del proletariado. La meta del proletariado debía ser la de hacerse con el poder político y desde el mismo llevar a cabo una «violación despótica del derecho de propiedad».(Imagen Engels)
C.V.
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