domingo, diciembre 23, 2007

LANA CASTELLANA EN EL MERCADO DE HANSA

os reinos hispanos quedaban fuera de los mercados dominados por la Hansa; sin embargo, existían los contactos, Barcelona, Cádiz y Sevilla mantuvieron relaciones activas con la Hansa y, aunque no llegaron a unirse a ella, sí fueron ciudades aliadas. El comercio castellano de los siglos XIV y XV logró una notable transformación, alcanzando en estos años una época de bonanza sin precedentes. Los mercaderes castellanos, asociados a los armadores vascos, lograron implantar su presencia en el mar del Norte desde los puertos cántabros y vascos. Así, Castilla se convirtió en exportadora de materias primas, fundamentalmente lana, cuya producción se había visto favorecida por la creación del Concejo de la Mesta, en 1273.
Durante el siglo XIV, la lana castellana sustituyó a la inglesa en el mercado de Flandes, convirtiéndose en su principal proveedora y los tejidos flamencos, confeccionados con lana castellana coparon el mercado de la Hansa. A principios de ese siglo, también los barcos catalanes se abrieron al mar del Norte y llevaron hasta Brujas metales, lanas y especias. A lo largo del siglo XV, la presencia de Castilla en los mercados atlánticos fue cada vez más fuerte, tanto que, en 1419, la flota castellana derrotó a los germanos en La Rochela, y pocos años después, en 1443, la Hansa aceptó que los buques castellanos monopolizasen el transporte de mercancías en esa zona del Atlántico.
A mediados del siglo XV los buques hanseáticos llegaban a Ceuta cargados de cereales y armadores vascos transportaban trigo desde Middelburgo a Génova. Por esa época, una sociedad de Ravensburgo estaba asentada en Valencia, desde donde exportaba al Báltico fruta, azúcar, miel, cera y arroz... Posteriormente, el descubrimiento de América y de la ruta del Cabo de Buena Esperanza serían dos de los factores que aceleraron el proceso de decadencia de la Hansa.

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