Pasaban solo algunos minutos de las 13.00 horas cuando, bajo un sol de justicia, el último comandante de la F-74, la Asturias, Álvaro Rodríguez Moreno, arriaba la bandera de la fragata para entregársela al almirante del Arsenal, Santiago Bolíbar. Justo en ese momento el buque dejaba de ser un navío de guerra.
Inmediatamente después, ordenó a los cerca de cien tripulantes de la unidad abandonar el barco. Para siempre. Quedó bajo la custodia de la guardia militar. Atrás quedan 565.399 millas navegadas -cerca de veintisiete vueltas al mundo-, todos los comandantes que se plasman en el listado que acompaña la información, 2.835 días de mar, casi 34 años de vida operativa, más de cinco mil marinos embarcados durante todo ese tiempo, veintiún puertos nacionales visitados, casi sesenta dársenas extranjeras de una treintena de países... Toda una vida.
Pero también todo un símbolo del fin de un ciclo histórico para la Armada. ¿Motivo? Era la F-74 la última de la clase Baleares que todavía no se había dado de baja de manera oficial. Lo que sí ha sucedido con la propia Baleares, la Andalucía, la Cataluña y la Extremadura. Esta última aún no tiene destino definitivo. Las otras tres fueron hundidas como blancos móviles. El acto de ayer, presidido por el almirante jefe de Apoyo Logístico (Ajal), Manuel Otero Penelas, fue, en otras palabras, el colofón a una etapa emblemática de la Marina. Sucedidas por las modernas F-100 -cuatro están operativas y la quinta en construcción-, las F-70 introdujeron en su momento a la Armada en una nueva era tecnológica, la época de los misiles.
Inmediatamente después, ordenó a los cerca de cien tripulantes de la unidad abandonar el barco. Para siempre. Quedó bajo la custodia de la guardia militar. Atrás quedan 565.399 millas navegadas -cerca de veintisiete vueltas al mundo-, todos los comandantes que se plasman en el listado que acompaña la información, 2.835 días de mar, casi 34 años de vida operativa, más de cinco mil marinos embarcados durante todo ese tiempo, veintiún puertos nacionales visitados, casi sesenta dársenas extranjeras de una treintena de países... Toda una vida.
Pero también todo un símbolo del fin de un ciclo histórico para la Armada. ¿Motivo? Era la F-74 la última de la clase Baleares que todavía no se había dado de baja de manera oficial. Lo que sí ha sucedido con la propia Baleares, la Andalucía, la Cataluña y la Extremadura. Esta última aún no tiene destino definitivo. Las otras tres fueron hundidas como blancos móviles. El acto de ayer, presidido por el almirante jefe de Apoyo Logístico (Ajal), Manuel Otero Penelas, fue, en otras palabras, el colofón a una etapa emblemática de la Marina. Sucedidas por las modernas F-100 -cuatro están operativas y la quinta en construcción-, las F-70 introdujeron en su momento a la Armada en una nueva era tecnológica, la época de los misiles.
HISTORIAL
Han intervenido en conflictos tan dispares como la contención de la Marcha Verde y los embargos decretados por la Organización de Naciones Unidas contra Irak y los países de la antigua Yugoslavia. Como aseguraba a pie de muelle un marino mientras la dotación iban bajando del buque, «fueron una verdadera espina dorsal para la Marina durante muchos años».
En el caso concreto de la F-74, fue el primer buque español que se integró en una fuerza naval permanente de la OTAN de mayo a julio de 1990, algo que ahora hacen con frecuencia las unidades modernas.
Participó en el embargo marítimo sobre Serbia y Montenegro y, en el 2003, hizo labores de escolta en el Estrecho de Gibraltar dentro de la operación Active Endeavour y patrulló en el mar Rojo durante la primera Guerra del Golfo.
Con el paso del tiempo, como ya se ha mencionado, se fueron quedando desfasadas y la llegada de las F-100 las rebasó.
La dotación de la Asturias, cuyas mujeres y hombres fueron saludados uno a uno por las autoridades militares, quedan ahora a la espera de un nuevo destino en otros buques o instalaciones de la Marina. Y el navío seguirá en el Arsenal hasta que se disponga su destino final: museo flotante -poco probabledesguace o ejercer como blanco móvil.
En el caso concreto de la F-74, fue el primer buque español que se integró en una fuerza naval permanente de la OTAN de mayo a julio de 1990, algo que ahora hacen con frecuencia las unidades modernas.
Participó en el embargo marítimo sobre Serbia y Montenegro y, en el 2003, hizo labores de escolta en el Estrecho de Gibraltar dentro de la operación Active Endeavour y patrulló en el mar Rojo durante la primera Guerra del Golfo.
Con el paso del tiempo, como ya se ha mencionado, se fueron quedando desfasadas y la llegada de las F-100 las rebasó.
La dotación de la Asturias, cuyas mujeres y hombres fueron saludados uno a uno por las autoridades militares, quedan ahora a la espera de un nuevo destino en otros buques o instalaciones de la Marina. Y el navío seguirá en el Arsenal hasta que se disponga su destino final: museo flotante -poco probabledesguace o ejercer como blanco móvil.
Ref.La Voz de Galicia,miércoles 1 de julio de 2009
1 comentario:
En este enlace podeis encontra una iniciativa para convertir a la fragata Asturias en Museo Naval Militar en Ferrol.
http://www.facebook.com/group.php?gid=152129718179
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