a Dirección de Trabajos Hidrográficos fue creada por Real orden de 18 de diciembre de 1797, siendo su función la formación, rectificación, grabado y publicación de las cartas y planos de navegación, así como la redacción de los derroteros, cuadernos de faros, avisos a los navegantes, memorias y todos los datos de interés para la navegación marítima y para las posesiones españolas. Desde fines del siglo XVIII se acentuó la necesidad de creación de un centro que custodiara y reprodujera las cartas, planos y demás material reunido en las expediciones científicas verificadas por los buques de la Armada española en sus posesiones de América y Asia y que fomentara el estudio y conocimiento de la hidrografía para uso de todos los navegantes. La Armada, apoyada en la instrucción científica de su oficialidad, emprendió un gran programa hidrográfico -Tofiño en 1789 presentó el Atlas de las costas de España-; en aquella época se ordenó un viaje de exploración a los mares de Asia y América meridional con el fin de levantar cartas y planos de costas y puertos y posteriormente se emprendió igual trabajo en las islas de Barlovento, Tierra Firme y seno mejicano. Así, se acrecentó la necesidad de que hubiese personal especialmente destinado a organizar todo este material. La misión fue encomendada al Depósito Hidrográfico, creado en 1770 y establecido en Madrid desde 1789, siendo al principio un depósito donde almacenar la cartografía elaborada como resultado de las expediciones de los navegantes. En 1797 la nueva Dirección centralizó oficialmente y en exclusiva todas esas funciones, adquiriendo una envergadura institucional.
La Dirección de Hidrografía desarrolló a lo largo del XIX, un enorme trabajo potenciando y renovando, mediante comisiones hidrográficas en la Península y en los territorios coloniales de América y Filipinas, los levantamientos cartográficos que dieron como resultado un excepcional volumen documental de cartografía náutica. Este organismo cesa en sus funciones en 1927, fecha en la que se traspasa la dirección de los asuntos hidrográficos y el estudio científico de los mismos al Instituto y Observatorio de San Fernando, establecido en Cádiz. A partir de entonces se transfirieron al Museo Naval de Madrid los fondos bibliográficos y documentales que allí existían.
La Dirección de Hidrografía desarrolló a lo largo del XIX, un enorme trabajo potenciando y renovando, mediante comisiones hidrográficas en la Península y en los territorios coloniales de América y Filipinas, los levantamientos cartográficos que dieron como resultado un excepcional volumen documental de cartografía náutica. Este organismo cesa en sus funciones en 1927, fecha en la que se traspasa la dirección de los asuntos hidrográficos y el estudio científico de los mismos al Instituto y Observatorio de San Fernando, establecido en Cádiz. A partir de entonces se transfirieron al Museo Naval de Madrid los fondos bibliográficos y documentales que allí existían.
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