viernes, abril 10, 2009

LA VIDA A BORDO EN LA ÉPOCA DE TRAFALGAR.ALOJAMIENTOS DE GENERALES Y OFICIALES

as Ordenanzas de Patiño de 1717 disponían el alojamiento de los oficiale por grados y antigüedad para evitar las disputas, pero introducía una novedad en la Armada al legislar que los comisarios ordenadores de Marina serán alojados inmediatamente después del comandante, con preferencia a todos los otros oficiales que estén a bordo. Según Guillén, llegó a tal extremo el célebre ministro universal de Felipe V en su afán de crear una Marina mediatizada por los intendente s que mientras éstos fueran personas geniales incluso podían obtener por sucesión el mando de escuadras y departamentos marítimos.
Ésta y otras anomalías sobre la materia fueron corregidas posteriormente, de tal manera que a fines del mismo siglo estaba normalizado el alojamiento en los navíos de un modo más racional.
Las Ordenanzas de 1793 regularon definitivamente su reparto. Los únicos pabellones realmente espaciosos eran los del general y el comandante.
El primero situado a popa en la cubierta del alcázar y el segundo en la de entrepuente. Ambos incluían una cámara y un camarote. El segundo comandante y los tenientes de navío, por riguroso orden de antigüedad y de popa a proa, poseían camarotes múltiples a banda y banda de un pasillo formado a crujía, donde también se montaba la capilla. Los oficiales de guerra disponían de cámara propia. Inmediatamente a proa de estos compartimientos, sin a penas más separación que unas lonas, arranchaban los oficiales de mar.

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