martes, julio 22, 2008

EL BANCO

aminaba con la necesidad de tomar el aire suficiente para desvanecer la angustia que me había producido unos dias de desasosiego y de impotencia antes unos hechos que dificilmente yo, podría dar solución.
Parecia que todo se resumía al azar, como si de una loteria se tratase, una bolita sacada del bombo, era lo suficiente para marcar el destino de las personas, vales o no vales, o simplemente te tendrías que acomodar a esperar nuevas opotunidades.
Mis pasos, sin querer, me dirigieron hacia un parque, tomé asiento en un banco a la sombra de unas pergolas de madreselvas, intentando encontrar el equilibrio suficiente para sobreponerme a la debacle, al sin sentido ,y sobre todo, a repetirme hasta la saciedad,¡otra vez será!.
Muchas veces he pasado por ese banco que me dió asilo en momentos difíciles, muchas veces me repetí que volvería con todos los honores a celebrar lo que hoy se me negaba, muchas veces, pensé que ese momento llegaría a ese mar cubierto de unos ojos de mar azul, de un color mucho más limpio que el que entonces apesadubrama mi mente.
Hoy, el mar me abrió sus brazos, el cava, se posó sobre sus maderas carcomidas y se desvaneció la tormenta que sobre mi espíritu me atenazaba.
Gracias, por compartir momentos inolvidables, gracias por entender lo que otras personas carentes de sensibilidad, no son capaces de captar, ni de saber dar el sentido que merece a algo que tanto me marcaba.
Anónimo

1 comentario:

Anónimo dijo...

El escrito de ahora...aunque me desconcierta un poco , noto tu sello en el, no se si es tu experiencia o no , lo cual en la lectura a veces es carente de importancia,mas bien en esta se refleja sensaciones netamente humanas de fustracion primero , de meditacion luego y despues de satisfaccion de haber alcanzado paz espiritual...saludos Nelson..y desde aca, y con mi humilde comentario agradezco los buenos momentos pasados al leerte..TESSI