arqués de Santillana. Don Iñigo, hijo del almirante Diego Hurtado de Mendoza y de Leonor de la Vega, nació en la localidad palentina de Carrión de los Condes en 1398 y pronto se confirmó como uno de los hombres más influyentes en la intrincada política del siglo XV. Fiel al Rey Juan II, su valentía en diferentes batallas no sólo le valió el prestigio de ser un gran guerrero sino que le otorgó el título por el que pasaría a la Historia, concedido tras su actuación en la primera batalla de Olmedo en 1445 junto al de Conde de Manzanares el Real. Su otra pasión, las letras, le llevó a reunir una de las más notables bibliotecas de su época, que después pasaría a la casa ducal de Osuna, y a esribir una extensa obra poética, especialmente centrada en serranillas, dezires y canciones. Su faceta militar le llevó a participar no sólo en la batalla arriba mencionada, sino que luchó con éxito en el sitio de Torija, entre1451 y 1452, tomada por los navarros seis años atrás, y en la invasión de Aragón, también en la misma época. La enfermedad le impidió participar en 1431 en labatalla de La Higueruela, donde si participaron sus tropas. Siete años después sí tomó parte de la lucha en la frontera granadina, en la que logró la conquista de Huelma. Su ultima campaña militar la llevó a cabo en 1456. Dos años después moría en su retiro, en su palacio de Guadalajara, habiendo logrado en 1453 la caída Je su gran rival desde 1431: Don Alvaro de Luna.
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