lunes, febrero 05, 2007

MANUAL DEL PERFECTO SEDUCTOR

vidio fue un maestro de seducción. Toda su experiencia la plasmó en su libro Ars Amandi, un clásico de la literatura galante.Sus consejos, entre pícaros e inocentes, no tiene desperdicio.Evidentemente, todas estas recomendaciones de Ovidio, se pueden calificar como desfasadas por el contexto de la época en la que fue desrita por este gran maestro. Cambian los métodos, los gustos y evidentemente la mentalidad, pero sí hay que reconocer que fue un avanzado en su tiempo.Pero de haber sido contemporáneo nuestro casi con toda seguridad un sex-appeal(atractivo físico y sexual de la persona).
Evidentemente, la seducción es un arte quizás algo complejo, pero eficaz si se adoptan ciertos parámetros que obedecen a reglas y normas que hacen que un indivíduo sea o no reconocido y admirado por la clase femenina. Apostillando lo que Ovidio plasma magistralmente en su obra, hay otros texto que abundan en el arte de la seducción como es el autor Erich Fromm, en su obra "El arte de amar", establece normas y pasos a seguir para ser un triunfador en el campo que nos ocupa. Este autor da una serie de recomedaciones separando las mismas en función si la seducción la quiere poner en práctica un hombre o una mujer.

En resumidas cuentas, queda de manifiesto que la seducción es algo intrinseco con el ser humano, aunque se llegue a pensar por una gran mayoría que no son tan importante estos conceptos.


TAMBIÉN EL ARTE DEBE GUIAR EL AMOR. El amor es cruel, pero es un niño de corta edad fácil de dirigir. Soldado novicio que quiere alistarte bajo la bandera del amor,primero busca la mujer que debes amar; después cautiva su corazón; por último procura que vuestra pasión sea eterna. Éste es el método.


Mientras seas libre aprovecha el instante propicio para decir a la mujer elegida: "Tú sola me gustas". No te vendrá del cielo; la mujer que tú quieras has de buscarla con tus propios ojos. (...) Si te agrada la gracia de las muchachas adolescentes es muy fácil que se te ofrezca alguna virgen candorosa; si las prefieres llenas de juventud, encontrarás de éstas un verdadero enjambre. Donde mejor tenderás tus redes será en el teatro, lugar más propicio para conseguir tus fines. Allí encontrarás, sin duda, la belleza que te seduzca. Como las hormigas van y vienen sin cesar, cargadas con su alimento, (...) así acuden las mujeres, brillantemente ataviadas, para presenciar los espectáculos solemnes. (...) Acuden para ver, y sobre todo para ser vistas.


El circo, en donde se reúne el pueblo entero, es lugar muy favorable a los amores. Allí no tendrás necesidad de (...) espiar el gesto que te interprete el pensamiento de la mujer que estás conquistando. Siéntate cerca de ella, lo más cerca posible; el estrecho limite de tu asiento te obli- gará a sentarte así, y con verdadero gozo notarás contra las tuyas las carnes duras y tibias de su hermoso cuerpo. Busca un pretexto cualquiera para hablar. Los caballos entran en el circo. Pregúntale a quien pertenecen los caballos y cuál de ellos es su preferido. Inmediatament le jurarás que eres dela misma predilección. Si por una casualidad cae polvo en el vestido de la joven, scúdelo suavemente con tus dedos, y si no le ha caído, fíngelo y haz como si se lo sacudieras. Con cualquier pretexto debes mostarte obsequioso. ¿Que el evstido le arrastra por el suelo?, recógeselo en seguida y en premio a tu complecencia contemplarás con deleite su bellísima pierna.(...). Cualquier insignificacia cautiva a un espíritu frívolo.(...).


Tu primer cuidado ha de ser tener amistad con la docnella de la mujer que ames; ella es la que te facilitará el acceso a su intimidad(...). Que ella elija la ocasión en quele ánimo de su señora, libre de preocupaciones, esté mejor dispuesto para rendirse(...). Promete. Sí, promete siempre y promete mucho, porque el prometer no arruina a nadie(...). Ten en cuenta que si regalas algo a tu amante antes de haberla poseido, es muy fácil que te quedes sin regalo ni amante.(...). Quizá recibas una contestación rogándote que ceses en tu insistente asedio. Pero yo te aseguro que ella se quedará temblando de que obedezcas su ruego; redobla entonces tus solicitudes y bien pronto las verás satisfechas. Si alguna vez te encuentras con tu amada, acércate y háblala. Levántate si ella se levanta, y siéntate si vuelve a sentarse. (...) Preséntate aseado. Sea tu habla suave, (...) que tus cabellos, mal cortados, no caigan mechones, ni tu larga barba te erice el rostro;no lleves largas las uñas ni sucias;no asomen los pelos por las ventanillas de la nariz,y,antes que nada, que tu boca no hieda(...). Para obtener su consentimiento, ruega; es su única exigencia; no le ocultes desde el principio la causa de tu inclinación. Mas si ves que tus humillaciones únicamente sirven para hincharla de orgullo,(...)busca otros amores. (...) El gran secreto de vivir es el saber adaptarse. Pues bien usa con cada mujercon un método diferente. Si te quieres pasar de listo con las ingenuas y de audaz con las gazmoñas, unas y otras desconfiarán de ti (...). De aquí puedes sacar la consecuencia de porqué la que teme entregarse a un hombre digno viene a caer en brazos de un canalla.


Nelson
Ovidio (43 a.C.—17 J.C.)Extracto de «Ars amandi»

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Nelson, permítame la expresión y con todos mis respetos (porque ésto es un blog)que si suscribe usted tanto lo escrito por Ovidio como su entrada es usted un ser despreciable y machista.
El juego de la seducción es eso, un juego, por tanto no da cabída al sufrimiento. El amor no es un niño fácil de dirigir,el amor es un jardín, pero el edén más maravilloso que pueda existir con las flores y plantas más exquisitas del universo, y como tal hay que cuidarlo.
El juego de la seducción es hacer sentir al ser amado que es tu principio y tu fin, tu todo, que es la banda sonora de la película de tu vida.
A una mujer la seduces amándola, haciéndola sentir que cuando la luna te alumbra te alumbran sus labios, que en el azul del cielo, sus ojos ves, que en el viento inesperado, su voz encuentras. Una mujer es el regalo más preciado que la naturaleza nos da y como tal se las ha de tratar.
Por supuesto que el arte de la seducción es complejo, pero como dice el refrán, no se hizo la miel para la boca del asno. No desperdicie su tiempo con éstos juegos de seducción que usted confunde. Ame, Nelson. Ame y láncese sin juegos.
Por cierto Nelson, ha sido usted un poco desafortunado al elegir el pasaje de "Ars amandi", en el segundo parrafo línea 3, (36 del total) Ovidio incita a la pederastia, y en aquellos tiempos es posible que estubiera bien visto, pero podía usted haber elegido otro. Un socialista en Paris

Anónimo dijo...

SR Socialista, sigue usten sin entender nada de lo que expreso con frecuencia en mi bitácora, a usted no se le entiende, se le interpreta. Con ello quiero decir, que lo que plasmo en este artículo, no es mío sino de Ovidio, no le enmiende usted la plana a este gran maestro de la seducción. Los comentarios están para debatir, pero no personalice algo que no he dicho yo, sino alguien que interpretó la seducción como un arte. Detecto cierto problema en la lectura comprensiva a la hora de analizar. Lo que expone le ha quedado muy bien, muy sugestivo, muy bonito, pero admita que hay personas como Ovidio que consideraba la seducción el camino hacía el amor pleno.
Yo amo, SR. socialista, le puedo aseverar que todas esas lindezas que usted describe sobre situaciones que llevan al amor de una mujer, las he vivido personalmente,ajústese a opinar sobre lo que dicen esos autores, supongo que con cierta experiencia, sin menosperciar la suya.Saludos

Anónimo dijo...

Perdone que contiunúe mi comentario, usted, se vuelve a confundir, es decir, hay que tomar lo positivo de cada autor en culquier materia, no es dogma de fé,con ello le digo que el "arte de amar de ovidio", no tiene porqué seguirse al pie de la letra en todos y cada uno de sus párrafos, en esto reside precisamente, el enriquecimiento personal de cada cual.

Anónimo dijo...

Sr. Nelson, desde el momento que usted expone sus ideas en una "bitacora", sus ideas, sus escritos, sus pensamientos, permítame la expresión (la hago desde el respeto), es usted un exibicionísta, y se expone, (valga la redundancia)a ser comentado, las más de las veces, vitoreado, algunas y criticado en otras. Admite mal las críticas, y desde el momento en que leo sus comentarios, interpreto, (según sus palabras, mal, serán los años)que suscribe usted los consejos de Ovidio, quiero decir, que desde el momento en que dice "fué un avanzado en su tiempo" le admira. Interpreto incluso cierta envidia por el gran Ovidio "de haber sido contemporaneo nuestro casi con toda seguridad un sexappeal". Lo único que intento decirle es que una mujer se merece más respeto, que es usted dueño de verla como más le plazca, pero consienta que yo la vea como la obra más maravillosa de la creación. No se enfade por mi crítica, no volveré a molestarle, leeré sus artículos desde ahora en silencio y sin comentario alguno. Pensé, anciano de mí, que alguien que se expone, es valiente y apenca con lo bueno y con lo malo. Un socialista en París.

Anónimo dijo...

Estimado Nelson:

A mí, como a Ovidio, a usted y al "socialista en París", me gustan mucho las mujeres.

Después de reflexionar profundamente he descubierto que mi madre es mujer, mi esposa es mujer y mi hija es también mujer.

Hoy, igual descubro que hablo en prosa la mayor parte del tiempo.

Un cordial saludo.
Blas de Lezo.

Anónimo dijo...

Sr. Socialista, insisto en que debe de interpretar lo que plasmo en la bitácora como argumentos, experiencias y pensamientos de alguien que se atrevió en su época a decribir de forma magistral lo que para él significaba la seducción, es más este texto le acarreó la deportación precisamente por ir en contra de una sociedad hermética y con falta de comprensión hacía lo que supuso una innovación en el pensar avanzado de aquellos tiempos, lo contrario a lo que le sucede a usted.
Procuro ser lo más respetuoso posible en mis contestaciones, para mi no es válido el insultar y a continuación argumentar que es con todo el respeto.
También le diré que no argumenta, sino que une letras, y a partir de ahí pues a adivinar lo que quiere decir.
Usted abusa de lo políticamente correcto, es de todos sabido que la seducción es un fenómeno que está latente en la sociedad desde tiempos pretéritos, usted supongo que se acicala todos los dias, se peina, se perfuma con las colonias mejores y creo que se pondrá las vestimentas apropiadas para la ocasión, eso entra en el apartado de la seducción. Todos nos cuidamos, hacemos ejercicios físicos, esmeramos nuestros modales, porque es parte de nuestra existencia diaria, eso es seducción, la moda, los avances, los nuevos productos aconsejan lo mejor en cada momentos para quelos demás nos acepten dela mejor forma posible.
Pero hay algo que no logro entender, usted de jacta de lanzarnos a la cara que es socialista, es decir que apoya segun sus teorías al amor libre como se pregonizaba en las postrimerias dela guerra civil segun sus corrligionarios,déjese de fantasear tanto, de buscar la palmadita en el hombro y acepte que la seducción es algo consustancial con el ser humano. Tampoco entiendo que hace usted en París , ¿es que no acepta el rémimen actual que padecemos en España?, .
Con respecto a subir comentarios, sabe de sobra que tiene las puertas abiertas, aunque tambien le digo que no aporta demasiado a enriquecerzos, pero estoy a su disposición sin insultar.

Anónimo dijo...

Me reitero, no acepta usted las críticas. En cuanto a que no enriquezco su bitacora, está usted en lo cierto, no es mi bitacora, por lo tanto es usted el que tiene que enriquecernos a nosotros, y en algunos artículos lo consigue, y en esos aunque no le exprese mi admiración, si le puedo asegurar que los leo. A mi edad, ya no espero palmaditas ni en el hombro, ni en ningún lugar, solo expresar opiniones. Si lo que usted quiere es que comente cada uno de sus artículos, sin problemas, Hipocampo dévil: bastante aceptable, lo suscribo. ¿Es ésto lo que quiere? pues ahí lo tiene. El general Varela, hombre comprenda que se que no debo entrar ni a criticarlo, ni a alabarlo, son sus ideas y yo las respeto.
Pero Nelson, no me haga repetir una palabra en otro tiempo tan bonita y ahora tan manida y tan mal utilizada: Talante, Nelson, Talante.
En cuanto al Sr de Lezo, D. Blas, a usted si que no le entiendo, lo siento, quizá es humor inteligente y yo ahí no llego, le rogaría, o suplicaría mejor, que se explique más profundamente. Un socialista en París.

Anónimo dijo...

SR. Socialista, le resumo lo siguiente, y dígame si eso no son insultos.
1º Comentario: me tilda de despreciable y machista.
2º Comentario: Exhibicionista.
¿Debo de aceptar sus insultos sin más?, opine, sin insultos,en cuanto alguien de ideas diametralmente opuestas a sus ideas, se defiende, ¿pasa a ser de inmediato intransigente?. Opine sin descalificaciones, sea tolerente SR. socialista, talante.

Anónimo dijo...

Perdona, pero juegas a algo que no entiendo, "Carlos" corresponde a un "Socialista en París", aclara tu identidad aunque sea con seudónimo. NO tengo que visitar nada, mis ideas son las que son. He manifestado que hay páginas que no son del todo fiables. Dejemos de jugar, aclarate y ven por derecho.

Anónimo dijo...

Nelson, no entiendo porqué siento cierta admiración por usted, ratifico muchas de las cosas que plasma en su artículo. La seducción mueve mentes y actitudes. Me gustaría contactar aunque fuese por e-mail.saludos

Anónimo dijo...

Osiris, si quieres te puedo yo dar mi correo, tambien te gustaré, soy divertida, culta,conozco las técnicas de Ovidio, From, y otros muchos, ah..y te puedo dar pistas...a buen entendedor con pocas palabras basta.
Un cordial saludo.