lunes, noviembre 06, 2006

EL DECLIVE DE LA CABALLERÍA

rusia creó la mejor infantería de la época y Francia revolucionó la artillería. El artífice de aquella transformación fue Gribeauval, quien asignó a cada pieza tareas diferentes según fuera de campaña o de sitio, aligeró las piezas de campaña, acortando y adelgazando el cañón, y separó la cureña del avantrén, lo que dio más maniobrabilidad al conjunto. Reforzó la red de escuelas militares de artillería creadas a principios de siglo, donde se impartía una formación técnica basada en las matemáticas, la física y el dibujo industrial. Aquella nueva artillería podía realizar hasta dos disparos por minuto con un alcance comprendido entre los 600 y los 1.000 metros.
El desarrollo de la artillería y la infantería relegaron a un papel secundario a la caballería, cuyas misiones principales pasaron a ser los golpes de mano y los ataques rápidos por los flancos.
Pero a pesar de todos los cambios técnicos y tácticos, la guerra continuaba siendo un enfrentamiento entre gentilhombres. El honor, y no sólo la victoria, guiaban a los reyes y oficiales, que trataban con dignidad y benevolencia a los prisioneros de su rango, aunque no sucedía lo mismo con los soldados. La Revolución iba a provocar un cambio radical en aquella concepción de la guerra. La lucha entre los revolucionarios y los ejércitos realistas no era fruto de apetencias territoriales o del simple deseo de batirse, sino que estaba motivada por un enfrentamiento entre concepciones políticas opuestas. El honor y las normas caballerescas iban a ser olvidados en aras a la efectividad y la victoria.

No hay comentarios: