lunes, junio 02, 2008

ILUSTRES SOLDADOS...DE ARMAS Y LETRAS

iguel de Cervantes.El más grande de los escritores españoles y uno de los más importantes de la Historia de la Literatura, nació en 1547 en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Durante sus primeros años, su familia vaga de Valladolid a Córdoba y probablemente Sevilla, hasta que en 1566 Miguel se establece en Madrid. Tres años después huye a Roma tras haber herido en duelo a un tal Antonio Sigura, y entra al servicio de Giulio Acquaviva. Pronto se enrola en la compañía del capitán Diego de Urbina, del tercio Miguel de Moncada. El 7 de octubre de 1571 participa en la batalla de Lepanto, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, en sus propias palabras, como integrante de la Armada cristiana liderada por don Juan de Austria. A pesar de padecer fiebre, Cervantes no quiere dejar de luchar, y en el transcurso de la batalla recibe dos arcabuzazos en el pecho y uno en la mano izquierda, de donde le nace el apelativo de “el manco de Lepanto”. Pese a esta tara, continúa entregado a la vida militar, en el tercio de don Lope de Figueroa, con el que participa en varias campañas militares. Durante su regreso a España desde Nápoles a bordo de la galera Sol, en 1575, una flotilla turca intercepta la embarcación y cae preso. Él y su hermano Rodrigo son trasladados a Argel, donde permanece hasta 1580 tras varios intentos de fuga. Ya de regreso en España, publica, en 1585, “La Galatea” y veinte años después, tras estar preso en Sevilla, llega la primera parte de la obra más importante de la Literatura española: “Don Quijote de la Mancha”, que le colocaba a la altura de los grandes, como Shakespeare, Dante o Goethe. Con el primero compartió el año de su muerte: 1616. Pero no sólo escribió “El Quijote”. Su obra, extensísima, no oculta su profunda humildad, de la que sólo un genio es consciente, y de la que dan fe estos versos: “Yo me afano y me desvelo / por parecer que tengo de poeta / la gracia que no quiso darme el cielo”.Su trascendencia como literato universal eclipsa prácticamente el contexto histórico en el que vivió, que ciertamente fue una época de esplendor literario como pocas. Con él convivieron en el tiempo William Shakespeare, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Calderón de la Barca y el pintor Diego Velázquez. Cervantes vio morir a dos de los reyes más importantes de la historia de España: Carlos I y Felipe II. Durante su vida tuvieron lugar la batalla de San Quintín y la histórica derrota de la Armada Invencible, de la que fue comisario real de abastos en Sevilla. Los cuatrocientos años de la publicación de «Don Quijote» han evidenciado hoy la trascendencia del autor.

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