domingo, julio 22, 2007

ROSALÍA, LAMENTO Y BELLEZA

igo. 1863 — Se publican los Cantares Gallegos, de Rosalía de Castro. Situados en la cumbre del resurgir de las literaturas regionales decimonónicas, los Cantares, ofrecen una vision de los paisajes, las costumbres, las fiestas los indivíduos de Galicia, a la vez que combinan la ironía con la ternura la añoranza de la poetisa, que describe desde la lejana Castilla su región natal. Rosalía utilizó en esta obra un lenguaje vivo, ajeno a giros o expresiones arcaicas, con un repetido empleo del diminutivo gallego, que facilita la transmisión de esa nostalgia y cariño por su patria lejana y por un bien perdido que sentía la escritora. Rosalía de Castro, nacida en Santiago de Compostela en 1837, era hija natural de Teresa de Castro Abadia. Había marchado a Madrid en 1856 , dos años mas tarde, contrajo matrimonio con el historiador Manuel Martínez Murguía. Sus obras se hallan teñidas de un característico sentimiento de dolor existencial que babia nacido en la adolescente al conocer su condición de hija ilegítima. De igual forma, su solidaridad hacia los oprimidos, la gente del campo trabajadora —que reflejaría en su denuncia de la situación de los segadores castellanos—, así como el tema del amor desdichado—evocación del estado en que tuvo que vi ir su madre— marcan una constante en su obra. A su primer libro de poemas, La Flor, aparecido en 1857 y que contiene seis composiciones en castellano, seguirían otros poemarios, como es el caso de Follas novas (1880), escrito en gallego, o En las orillas del Sar (1884). También cultivaria la prosa en La hija del mar (1859), Ruinas (1864) o El caballero de las botas azules (1867).
Antes de morir pidió a sus hijos que quemaran sus obras, deseo que solo en parte fue cumplido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito el Pazo, y todo lo que le rodea. Por cierto, amigo Nelson, las orillas son del Sar, no del Sur, estos teclados ponen las letras que quieren... Un fragmento, con tu permiso:

Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un sólo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitar el polo.

Un beso. Zinrhia.

Anónimo dijo...

jajajaj zinthia, efectivamente, los teclados son caprichosos, cambian hasta los nombres de los comentaristas. Besos

Anónimo dijo...

Jajajajajajajajajajajaja. Besos.
Zinthia.