lunes, marzo 26, 2007

BRUJAS DEL RONCAL

amplona, 1527 — El tribunal inquisitorial de Calahorra, presidido por el inquisidor Avellaneda y por el obispo de Pamplona, fray Prudencio de Sandoval, realiza una gran caza de brujas en los valles navarros.Desde que Navarra se incorporara a la corona española, el tribunal de la Inquisición va inmiscuyéndose cada vez en mayor medida en las competencias del Tribunal de la Corte y del Real Consejo, sobre todo en los asuntos relacionados con la religión. La polémica entre el poder civil y el eclesiástico, respecto del fenómeno de la brujería, concluye finalmente con el control parcial de estas causas por parte de la Inquisición.
En 1527, los regidores de Pamplona reciben a dos niñas, de 9 y 11 años, que afirman ser brujas y poder reconocer a sus congéneres mirándoles a los ojos. El inquisidor Avellaneda organiza inmediatamente la formación de una expedición para buscar brujos y brujas en los valles navarros, llevándose consigo 50 soldados.Gracias a la ayuda de las niñas brujas, y de los soldados, el inquisidor Avellaneda logra apresar algunos centenares de brujas y brujos, 120 de ellos en Roncal, 100 en Salazar y 200 en Amezkoa.
Más tarde, Avellaneda describe su expedición, narrando cómo vio volar a algunas brujas, cómo el diablo le persiguió para matarlo, y otros tópicos entresacados casi literalmente del Malleus maleflcarum (Martillo de las brujas), de gran difusión en toda la Europa de esta época, y responsable de numerosas histerias descubridoras de brujerías.
Las hogueras inquisitoriales navarras trabajan arduamente, persiguiendo a aquellos a los que la ignorancia popular culpa de las sequías, inundaciones, enfermedades y cualquier mal que les ataque. A pesar de todo, el mayor numero de víctimas por brujería en estas tierras, así como en el norte peninsular, no procede de la Inquisición, más favorable a ver en estas manifestaciones signos de locura, sino de las autoridades civiles, movidas en muchos casos por ocultos sentimientos, como la envidia, la codicia o la simple ignorancia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Nelson, estoy aprendiendo tantas cosas en tu blog, que el bachillerato lo hubiera aprovechado más si en mi época hubieras existido para contarme la historia de forma tan amena.No dejes de escribir, mis desayunos son de lo más instructivos, aunque cuando no me da tiempo por la mañana me lo dejo para la cena, qué buena compañia.
Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Enma, con o sin blog, seguro que tus desayunos tienen que ser estupendos.

Anónimo dijo...

Interesantisimos. Un cafe con 8 galletas maria fontaneda.Un abrazo

Anónimo dijo...

Con o sin galletas, reconozco que apareces tarde pero con mucha efectividad. Un abrazo

Anónimo dijo...

Perdona Heaven, son 7 galletas, siempre número impar.y otras tres que se come curra, tambien impares .
Eso acompañado de la lectura de mi NELSON me hace levantarme llena de alegría y optimismo.
Besos heaven, que has estado sembrada, tiene razon nelson, apareces tarde pero con gracia.Sólo me falta el comentario de pepepótamo y ya cerramos el kiosco.

Anónimo dijo...

Sólo jajajajajaj

Anónimo dijo...

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.