jueves, noviembre 23, 2006

ATLETAS, NO DIESTROS

ormaba parte de un ritual religioso o era meramente un pasatiempo deportivo? El salto cretense de los toros ha hecho correr ríos de tinta entre los eruditos, que no terminan de ponerse de acuerdo en su interpretación.
El MAS FAMOSO PASATIEMPO cretense estaba relacionado con los toros. A menudo en frescos y vasijas se representaba a hombres desnudos y desarmados saltando por encima de estos animales.
La interpretación de este deporte ha suscitado diferentes hipótesis. Algunas especulan con la posibilidad de que fueran sacrificios humanos inmersos en una compleja liturgia religiosa. Dichos rituales podrían estar consagrados al símbolo de la ciudad por antonomasia, el Minotauro.
La leyenda del Minotauro descansa ligada a Creta. El mito nos cuenta cómo Poseidón envió un toro blanco al rey Minos para que lo sacrificase. El rey no cumplió su compromiso y Poseidón, ofendido, dispuso que la bestia blanca y la mujer de Minos se enamorasen. El fruto de este amor fue el Minotauro, un monstruo -mitad hombre, mitad toro- que vivía en el laberinto del rey Minos y era su guardián. Sólo el héroe griego Teseo, con su astucia y la ayuda de la diosa Ariadana y un ovillo de lana, fue capaz de derrotarle.
La hipótesis más común es la que reduce este festejo taurino a un mero espectáculo circense. La escena podría desarrollarse así: un atleta -que no torero, puesto que en ningún momento lidia al animal- salta sobre el lomo de un toro arrancado, realiza una mortal voltereta por encima del astado y aterriza, finalmente, en los brazos de un fiel compañero.
Aunque esto es lo que se plasma en las obras de arte, ciertos estudiosos apuntan que esta teoría basada en la representación artística está equivocada, ya que se fundamenta en un claro error de perspectiva. Error de perspectiva del que adolecen los frescos y vasijas estudiados. Dichos eruditos, sin salirse del espectículo circense, proponen una variante: ya que es humanamente imposible realizar saltos mortales sobre los lomos de una bestia de 600 kilos que se desplaza a unos 50 kilómetros por hora, lo más probable es que este deporte consistiese en que el atleta, provocando al toro, esperase fríamente la embestida de éste, para que justo en ese momento, saltase hacia arriba, lo más alto posible, evitando así el fatal contacto con el astado.Fuera cual fuera el desarrollo de este espectáculo, debió de ser apasionante.

No hay comentarios: