jueves, septiembre 21, 2006
EL COMBATE DEL GALEÓN SAN DIEGO CONTRA LOS HOLANDESES
l 16 de octubre de 1600 la flota holandesa formada por el Mauritius, el Hope, el Eendracht y el Hendrik Frederik fondea cerca de Luzón haciéndose pasar por francesa. A bordo del buque insignia Mauritius, el almirante Olivier de Noort comandaba una operación contra Manila. El Gobernador Francisco Tello organizó la defensa. Embarcó los cañones que defendían Manila a bordo de un galeón que se encontraba fondeado en Cavite, el San Diego, al que se unió el patache bautizado San Bertolomé y dos pequeñas galeras. Tras el combate el San Diego resultó hundido y sus náufragos masacrados desde el Mauritius, el Eendracht capturado por el San Bartolomé.En adelante los holandeses rehusaron el combate con los barcos españoles. En 1992 Frank Goddio, a bordo del catamarán Kaimiloa localizó el pecio del San Diego a unos 1200 metros de la Isla Fortuna. Se extrajeron 6000 piezas desde una profundidad de unos 50 metros. Hundimiento del San Diego:El San Diego, con catorce cañones de bronce de diferentes calibres y las provisiones necesarias para varios días, partió el 11 de diciembre de 1600, al mando de Antonio de Morga, acompañado con la otra flotilla. Más de cuatrocientas cincuenta personas se embarcaron en los barcos españoles, entre los que se encontraban unos ciento cincuenta nobles de Manila y algunos mercenarios japoneses. Y así, tres días después, se encontraron frente a frente ambas flotas, la española y la holandesa, librándose inmediatamente una batalla naval donde inicialmente el galeón San Diego en su maniobra aborda y apresa al buque insignia mandado por Olivier de Noort, el Mauritius. Los españoles toman el navío holandés al abordaje y, después de varias horas de combate, donde ya los holandeses se habían refugiado en las bodegas para su última defensa que presumía una victoria española, le aparece al San Diego una vía de agua en el barco, debajo de la línea de flotación. Antonio de Morga, indeciso, no sabiendo si quedarse a bordo del galeón holandés que le confirmaba una victoria segura, inexplicablemente se decide por picar y soltar amarras, que aguantaban al navío holandés, y navegar con parte de los españoles a bordo del San Diego, rumbo a la Isla Fortuna, pero con la mala suerte de que el galeón español comenzó a hundirse rápidamente, salvándose de este naufragio el almirante Antonio de Morga y un centenar de hombres que, por sus propios medios, llegaron hasta esta isla. (Juan Manuel Gracia Menocal)
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